Joan Llinares explica cómo destapó el ‘Caso Palau’ por el que CDC cobró 6, 6 millones en comisiones ilegales
El que fuera director del Palau de la Música asegura en 'Herrera en COPE' que en los últimos meses de la investigación descubrí cómo actúa una verdadera mafia
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Joan Llinares, director de la Agencia Valenciana Antifraude presidió el Palau de la Música Catalana en 2009 tras la destitución de Félix Millet y Jordi Montull, una vez que se destaparon algunas irregularidades en la gestión de la institución.
Aunque Llinares ocupó el cargo “para garantizar que el Palau siguiera funcionando, porque yo venía de la gestión cultural y ese era el primer y principal objetivo” como dice en ‘Herrera en COPE’, aclara que “para una buena gestión tienes que saber en qué situación te encuentras y ese fue el principio de las auditorías” que finalmente destaparon la trama de corrupción de CDC, que llegó a cobrar 6,6 millones de euros en comisiones ilegales.
Explica Joan el papel de la institución en esta trama de corrupción “era un canal conductor de las comisiones que Convergència iba recibiendo por adjudicación de obra pública. Actuaba como cañería conductora de ese flujo de dinero negro y allí se bloqueaba a través de un sistema de convenios de patrocinios con empresas como Ferrovial que aportaban millones de euros al Palau, que en vez de ser destinados a asuntos de la propia institución, se derivaban a Convergència de diferentes maneras”
Una de las primeras facturas con las que se encontró el que fuera director del Pala eran unos viajes que, supuestamente, había realizado el Orfeo Catalán. Tras preguntarles a los miembros del Orfeo por esos viajes y descubrir que no habían realizado ninguno, “me puse en contacto con la agencia de viajes para que me detallara esas facturas y aparecía toda la familia, todo el equipo corrupto que se hacían con el dinero del Palau y haciendo creer que eran actividades de la institución hacían unos viajes impresionantes”.
Tras estas facturas, aparecieron muchas más hasta llegar a aquellas que involucraban directamente a Convergència, momento en el que Llinares confiesa que “a partir de ese momento se me empezó a complicar la vida, intentaron relegarme e impedir que realizara mi trabajo”. Asegura que durante esos meses “descubrí cómo actúa la verdadera mafia”.
Sin embargo, a pesar de existir una sentencia, asegura que “todavía falta dinero por recuperar”.