José Ignacio Pérez: “Los presos voluntarios a boxear si no sabían eran enviados a la cámara de gas”

El periodista y escritor se ha pasado por 'Herrera en COPE' para presentar su nuevo libro, "KO Auschwitz"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Millones de personas fueron hacinadas en vagones de trenes camino al infierno en vida, el campo de concentración de Auschwitz. Solamente en 1942, los nazis asesinaron a un millón y medio de personas aproximadamente. La esperanza de salir de allí con vida era prácticamente nula, hasta que un día un soldado alemán preguntó ¿Quien sabe boxear? En este libro, José Ignacio cuenta la historia de varios prisioneros nazis que se aferraron al boxeo para salvar su vida. El autor dice: “Los soldados levantaban la mano sin haber boxeado en la vida, simplemente pensaban que era algo bueno y por eso levantaban la mano”. “Uno de los protagonistas, Noah Klieger. nació en Francia y él tubo que huir cuando los nazis invadieron Francia hasta que calló en manos de ellos”. “Al final, tras pasar por varios campos de concentración acabó en Auswitchz, el mayor matadero de los nazis”.

Una vez en el campo de concentración, había dos clases de prisioneros, él lo describe así:“Cuando llegaban en el tren y hacían las selecciones, a los que podían trabajar los llevaban a un lado y a los que no podían trabajar los montaban en camiones y directamente a las cámaras de gas”. “Muchos recuerdan que un pasaporte a la supervivencia era tener un oficio”. Los prisioneros fueron tratados como diversión para los nazis, José Ignacio dice: “Los oficiales buscaban entretenimiento, les daba igual quien ganaba y quien perdía”. “Hacían apuestas a veces y eso podía ser un pasaporte directamente a la muerte”.

¿Cómo es hablar con alguien que ha sobrevivido a todo eso? Pregunta Alberto Herrera, a lo que responde: “Se siente un poso de tristeza al terminar la entrevista. De allí, todos salimos sobrecogidos y en silencio”. “Por otro lado, un poco de felicidad por la amabilidad y por como ver una persona que ha pasado por eso, le encanta vivir y la vida”. Noah Klieger le dejó una cosa clara a José Ignacio: “El cuando salió de allí, lo que quería es que la gente cuente lo que pasó en aquel lugar para que nunca caiga en el olvido y nunca vuelva a repetirse”.