“¿Por qué la Ley de Violencia de género no ha servido para reducir el número de asesinatos?”

El análisis de Santi González sobre las negociaciones de los partidos para formar gobierno en Andalucía 

Santiago González

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El análisis de la actualiada de Santi González en 'Herrera en COPE'.

Vox ha hecho saber a sus incómodos socios de Ciudadanos y el PP que no está dispuesto a avalar el apoyo de estos dos partidos a las medidas de su acuerdo para incrementar las partidas para la prevención y protección contra la violencia de género. ¿Qué quiere decir esto? Pues depende de dónde lo leamos: Si es en el titular de ABC que cita a Francisco Serrano, se trata de no dar más dinero a los chiringuitos de género. Si es en El País, lo que reclama Vox es el fin de las medidas contra la violencia machista.

Está por ver. La Ley contra la violencia de género es necesaria, puesto que existe el problema, pero tampoco es cosa de que los socios principales del proyecto de cambio en Andalucía la eleven a la dignidad de un sacramento. No creo que haya nadie en España contrario a la Ley, pero no parece razonable que después de 13 años en vigor no se haya hecho un balance de su aplicación para saber por qué no ha servido para reducir de manera sensible el número de asesinatos de mujeres.

Otra cosa es que Vox estuviera dispuesto a llevar al límite su disenso y decida hacerlo en la sesión de investidura. Deberían tener en cuenta una verdad tautológica de puro elemental: la última bala solo se puede disparar una vez y quien aparezca a los ojos de los andaluces de que no se acate su mandato por el cambio lo pagaría en una eventual repetición electoral. No parece que vaya a llegar la sangre al río pese al doblar de las campanas.

Sobre la naturaleza de Vox se acaba de explicar Jorge Verstrynge en una entrevista interesante en Kamchatka: “Yo he sido fascista y por eso sé que Vox no lo es”. Al fin, la opinión de un conocedor, que también niega que el partido de Abascal sea de extrema derecha, que solo cabe achacar a quienes pretenden un régimen autoritario y la suspensión del sistema de partidos.