Luis del Val: "Cuando Reino Unido salga de la UE, comenzará a funcionar la aduana"

El periodista analiza en 'Herrera en COPE' el secesionismo europeo y catalán

Luis del Val

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Creo que todo el mundo tenemos una idea bastante exacta de lo que es una esfera, y hasta Matías Prats Cañete, padre de Matías Prats, cuando retransmitía los partidos de fútbol, a veces, se refería al balón como el esférico, masculinizando  el nombre, que no sé yo si hoy las feministas de guardia no se hubieran indignado. Hablo de la esfera, porque Peter Babel advertía que la mayoría de los problemas del hombre surgen cuando pretende convertir la esfera en un cubo. Desde luego, es una tarea complicada, pero no es infrecuente encontrar a personas que saben leer y escribir, dedicadas a la ímproba tarea.

Ahí tienen a Boris Johnson, adalid del Brexit, ganador de un referéndum repleto de mentiras y falacias, pero que se niega a convocar otro que, seguramente, perdería. O los inmarcesibles golpistas, intentando celebrar el verano como en aquellos tiempos felices en los que mandaban, gobernaban, asfixiaban al que no pensara como ellos, y se sentían héroes de una leyenda. 

Pues bien, la esfera se resiste a convertirse en un cubo, y alejándonos de las grandes cifras económicas que vamos a sufrir, bajando a la anécdota, si el Reino Unido se separa de Gran Bretaña, el túnel entre Dóver y Caláis, bajo el canal de la Mancha puede  convertirse en un infierno de esperas. Cada día, lo atraviesan 11.000 camiones. Eso significa unos quinientos camiones a la hora, ocho cada minuto. Ningún problema, porque el Reino Unido está en la Unión Europea, pero cuando se salga, comenzará a funcionar la aduana, ya saben: “a ver, papeles, permisos, qué mercancía lleva”, etcétera. Ocho camiones no se inspeccionan en un minuto. Eso significa que puede haber un atasco tan tremendo que, en un par de días, entrar en el túnel signifique quedarse a vivir en el túnel.

Cuando llegó el Aquarius, algunos de nuestros gobernantes, debieron creer que la esfera de la migración africana se podía convertir en un cubo, más o menos aproximado, aunque tuviera alguna arista redondeada, pero el tiempo ha demostrado que el proceso es complejo, difícil de solucionar e imposible de hacerlo un sólo país y, mucho menos, un sólo gobernante. 

El secesionismo caiga quien caiga, pretende celebrar una fiesta en Waterloo, con El Prófugo, rememorando aquellas reuniones estivales, donde el jefe de los mosso de Escuadra, José Luis Trapero, se ponía a la guitarra. Pero no es lo mismo, y, encima, hablando de guitarras, mira por donde, en el Festival del Cante de las Minas, los dos principales premios de cante y baile se los han llevado dos catalanes, Matías López, El Mati, se ha llevado la Lámpara Minera, con un a dotación de 26.000 y euros y Olga Aznar García ha ganado el premio a la mejor bailaora, los dos nacidos en Barcelona. Por cierto, puede que los apellidos no les parezcan muy catalanes, pero López, García y Martínez, son los tres apellidos más frecuentes en Cataluña.

Es lo que tiene la esfera, que te parece que ya has conseguido alisar una cara y aparece un Miguel Poveda, también nacido en Barcelona, y te sale cantando por seguirías o por tientos. Pero si ven alguien limando la esfera no le digan nada: está convencido de que es fácil convertirla en un ortoedro,