Nacho Abad desvela los audios que destapan el plan de la mujer que enterró vivo a su marido discapacitado

Isaac Guillén Torrijos, un expolicía local de Catarroja (Valencia), fue enterrado vivo por su mujer

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Este martes, se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Valencia la tercera sesión de un juicio en el que se juzga a una mujer por enterrar vivo a su marido, que era minusválido. Esto sucedió hace tres años, el 1 de diciembre de 2019.

Isaac Guillén Torrijos, un expolicía local de Catarroja (Valencia), sufrió una enfermedad degenerativa, ataxia, lo que provoca que el afectado pierda la fuerza de los músculos hasta quedarse en una silla de ruedas. Isaac era incapaz de moverse, apenas podía hablar. En 2019, decidió casarse con Beatriz, que tenía un hijo.

Parece que el matrimonio se dio por un pacto. Él le ofreció casarse con la condición de que les mantendría económicamente a cambio de que ella le cuidase. Beatriz aceptó y, aunque no muy bien según declaró la hija de Isaac porque supuestamente le gritaba e insultaba, le cuidó hasta su último día. No obstante, hace tres años, ella decidió acabar con su vida.

Según ha contado el hijo de Beatriz, un día se lo llevaron a un centro comercial y ella le dio unas pastilla. Isaac no se fiaba, así que se tomó una pastilla de la que previamente había sacado el contenido hasta dejarle solo las cáscara. A pesar de ello, después se lo llevaron a un terreno que ella había alquilado a las afueras y decidieron que le iban a matar. Beatriz dijo que Isaac había pedido la eutanasia, siendo el motivo por el que lo mató, pero su familia asegura que eso no es verdad.

"Piden prisión permanente revisable para ella"

Metieron unas bombonas de butano dentro del coche con él y cerraron las ventanas hasta que se durmió. Cuando creían que ya estaba muerto, le llevaron hasta la fosa que ya habían cavado y él vio. Lo metieron en la fosa y lo enterraron. "En la autopsia se confirma que tenía tierra en los pulmones. Es decir, que cuando le tiraron en la fosa estaba vivo", analiza Nacho Abad al respecto.

La hija de Isaac asegura que su padre no tenía la eutanasia y que si lo decidía, ella habría sido la primera en saberlo. La familia de Isaac denunció la desaparición y le buscan durante siete meses. Por ello, Beatriz y su hijo se marcharon a Barcelona para que saliese esa ubicación en el teléfono de Isaac e hicieron llegar mensajes desde su móvil en los que él supuestamente pedía que le dejasen en paz, que se había ido.

Asimismo, el hijo se hizo pasar con Isaac en una llamada al banco para intentar sacar el dinero. "Piden prisión permanente revisable para ella", comunica Abad.