Pedro Simón: “Es importante que un libro acabe con luz y ventanas abiertas porque la vida ya tiene oscuridad"
El escritor y periodista se ha pasado por 'Herrera en COPE' para hablar de su nueva novela, "Los incomprendidos"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En la nueva novela de Pedro Simón, se pueden sentir identificados prácticamente todos sus lectores, y es que, en algún momento, todos hemos sido hijos o hermanos. Buenos, malos, revoltosos, despistados... Pedro explica cómo surgió la idea de escribir un libro así: “Nace de muchas comidas y muchas sobremesas con amigos, en la que nos damos cuenta de que siempre acabamos hablando de los hijos”. “Si son adolescentes, más”. “La adolescencia es un monstruo que devora a tu hijo o no, pero que casi siempre te lo devuelve”.
Para esos padres impacientes, el autor dice: “Todos hemos sido adolescentes y hay que educar con memoria”. “Los padres de hoy en día vivimos con la culpa continua, tienes culpa si gritas o no, si le has dado una colleja o no, … y crecer con culpa, es una faena porque tienes la sensación de que se ha invertido un poco la jerarquía y las posiciones de quién educa a quien”. “Las adolescencias de hoy son más complejas que las nuestras”. “Yo con mi padre no es que hablara mucho, pero eran silencios que para mi tenía que ver con lo humano”.
Es cierto que los silencios con los padres han cambiado de antes a ahora. Antes, eran silencios de respeto, ahora, esos silencios van de la mano de la tecnología digital, el escritor tiene sentimientos encontrados hacia estas generaciones: “Me inspiran ternura los adolescentes que están siempre con el teléfono, con esa bomba de dinamita que tienen entre las manos y que se pierden muchas cosas”. “Me parece pavoroso crecer con esa exigencia”.
También reconoce que todas las personas tienen una historia detrás muy interesante: “Yo creo que todo el mundo tiene un reportaje, la historia es que el oyente, en este caso, quiera dar su parte para dar un reportaje”. Y, lo bueno que tiene vivir en un bloque de pisos, en ocasiones, él mismo dice que siempre consuela más escuchar al vecino gritar más que uno mismo, a modo de humor.