Rodrigo Hernando, español atrapado en Irán: "Es un círculo cerrado, difícil de salir"
En 'Herrera en COPE' hacemos un repaso por toda la situación que se está viviendo en Irán y hablamos con un español que se encuentra atrapado en el país
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El pasado 14 de septiembre de 2022 comenzaron en Irán una serie de protestas contra el gobierno del país. Durante todos estos meses las protestas no han cesado y, con ellas ha venido también la dura represión por parte del gobierno del país. La razón de esto fue la muerte de Mahsa Amini, una joven que fue detenida por la policía religiosa islámica porque llevaba el velo mal colocado. La joven murió bajo custodia policial, debido a los fuertes golpes que le dieron. En el momento en que la noticia se dio a conocer en el país, las reacciones no tardaron en llegar.
Los expertos internacionales consideran que estas protestas son el mayor desafío al que se enfrenta Irán desde la instauración de su República Islámica en 1979. Las protestas actuales son únicas, porque involucran a personas de todos los estamentos sociales y, además, son las mujeres las que han tomado el mando, bajo el lema: "Mujer, vida y libertad".
Nilufar Saberi es una iraní que, junto a su familia, vino a España a la edad de 14 años. Huyeron de Irán porque sobre su padre recayó una sentencia a muerte por su oficio de artista, era mago en Teherán. Nilufar ha desarrollado una intensa actividad en la denuncia contra la violación de los derechos humanos en su país. Hace unos días Nilufar explicó en 'Herrera en COPE' cómo es la situación en Irán: "No hay día que en Irán no se ejecute a alguien, que no se torture, que no desaparezca. Así llevamos casi 44 años. Y nada hace pensar que el Régimen Democrático iraní vaya a retroceder en sus políticas habituales. Dicen que van a reforzar las represiones contra los protestantes", explicó en 'Herrera en COPE'.
Nilufar también piensa que toda la Comunidad Internacional debe actuar y lanza una advertencia, la cual que "si no queremos que este fundamentalismo islamista se extienda por el mundo entero, que es su intención, lo tenemos que parar. No solo para proteger a los casi 85 millones de iraníes que están prisioneros dentro de las fronteras de su propia tierra, sino para impedir que se reproduzca por el resto del mundo".
En Irán hay más de un centenar de personas condenadas a muerte. Nilufar cuenta que son procesos judiciales que se llevan a cabo sin ningún tipo de garantía, sin escuchar a las partes y sin la asistencia de abogados. Según cuenta Nilufar, el "sistema jurídico islamista de Irán no guarda absolutamente ningún parecido con lo que nosotros podamos entender como tal. E incluso no respetan sus propios procedimientos, su propia Constitución y demás leyes. Hacen y deshacen como quien actúa en el patio interior de su propia casa".
Según la organización iraní de Derechos Humanos en el exilio, Hrana, desde que comenzaron las protestas han muerto 507 manifestantes, de los cuales 69 eran menores. Esta organización calcula también que más de 18 mil personas han sido detenidas. Algunos de estos detenidos, unos 50, son ciudadanos de la Unión Europea. Entre ellos, dos españoles: una gallega de 24 años, Ana Baneira (detenida el 10 de noviembre) y el madrileño Santiago Sánchez, de 41 años, que fue arrestado el 2 de octubre en una prisión a 600 kilómetros de Teherán. Hace 20 días Santiago recibió la visita del embajador español, escoltado por un grupo de GEOS. Comprobaron que se encontraba en buen estado, le entregaron ropa, comida y le permitieron realizar una llamada a su madre. Ahora mismo, sobre él no recae ninguna acusación de ningún tipo.
Fuentes diplomáticas europeas indican que estas detenciones las llevan a cabo para presionar ante la imposición de sanciones por parte de Occidente. Tanto por las violaciones de Derechos Humanos como por el apoyo prestado a Rusia en la invasión de Ucrania.
La embajada de España en Irán calcula que en el país viven unos 40 españoles. Uno de ellos es Rodrigo Hernando, un navarro que es entrenador profesional de fútbol y que está atrapado en Irán. Quiere salir del país, pero no lo consigue por la compleja burocracia iraní.
Rodrigo llegó a Irán en octubre como segundo entrenador de primera división. El 21 de diciembre hubo un cambio de propiedad en el club que él entrenaba y el equipo técnico fue destituido. En ese momento, al dejar de trabajar, su visado como trabajador o residente pierde vigencia y, en teoría, pasa a ser un turista español. ¿Cuál es el problema? Para salir del país necesita pagar los impuestos por haber trabajado, pero al ser turista hay un vacío legal que se lo impide. En cuanto a su situación, Rodrigo cuenta que está "esperando a poder seguir avanzando con el proceso para poder abandonar el país".
Para poder salir del país, Rodrigo, como hemos mencionado antes, tiene que pagar una serie de impuestos, el problema es que "mientras se estaba tramitando el visado de trabajo nos destituyeron del equipo y me quedé en un vacío legal. Porque nunca se llegó a finalizar ese proceso y, si se hubiera finalizado, me hubieran dado un código para poder acudir a la Hacienda Tributaria y pagar los impuestos por haber sido trabajador", explica. Al no haberse creado es código, lo que ha sucedido es que le piden que pague unos impuestos que no puede pagar porque lo tiene que hacer a través de un código que nunca recibió. "Es un círculo cerrado, difícil de salir", agrega.