Satélite: quién puede lanzarlos, cuánto cuestan, quién nos da permiso y cómo se lanzan

En los últimos años se están lanzando miles de mini satélites o nano satélites al espacio con diferentes funciones

Redacción digitalPilar Abad

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Existen más de 7.800 satélites artificiales orbitando alrededor de la Tierra. Muchos de ellos están jugando a día de hoy un papel fundamental en el contexto de la guerra en Ucrania. Por ejemplo, el sistema de satélites de inteligencia de la Unión Europea se controla desde España, desde la base de Torrejón de Ardoz y está permanente monitorizando la situación.

Los satélites espía o de uso militar están especialmente activos estos días en Ucrania pero también los de uso civil. Por ejemplo, la empresa Starlink, del multimillonario Elon Musk, trata de mantener la cobertura de Internet en Ucrania mediante su sistema de miles de satélites interconectados. Son un factor clave en este conflicto pero en un mundo globalizado el papel de los satélites en la comunicaciones es vital y ahora mismo insustituible.

En 'Herrera en COPE' hablamos de los miles de satélites a nuestro alrededor, cómo se lanzan, cuánto cuesta, a quien hay que pedir permiso... Para que te hagas una idea, lanzar un satélite se cobra al peso.

Satélites hay para todos los gustos. Dependiendo de su tamaño, algunos podríamos cogerlos con las manos. Otros, en cambio, miden más que un campo de fútbol. El primer satélite artificial fue el Sputnik 1, lanzado al espacio el cuatro de octubre de 1957 de la mano de la extinta Unión Soviética.

Una esfera de aluminio de 58 centímetros de diámetro y casi tres metros de longitud, con un peso de 80 kilos, tardó 98 minutos en completar la órbita terrestre. Se inició así la carrera espacial con Estados Unidos en pleno auge de la Guerra Fría.Este satélite fue el primero de los 13.000 que se han lanzado desde entonces. La mayoría de ellos (2.000) pertenecen a la constelación de Starlink de SpaceX, la empresa de la que hemos hablado antes, la del magnate tecnológico Elon Musk, el dueño de Tesla.

Satélite de SpaceX

ÓRBITA CEMENTERIO

Pero ahí arriba no sólo hay satélites. Estos necesitan soportes para ser lanzados. Al final, son objetos que se quedan allí cuando el satélite ya no está operativo. Se calcula que hay más de 30.000 de estos materiales en órbita.

También existe una importante cantidad de fragmentos pequeños, lo que se llama basura espacial. Se estima que la cantidad de restos en suspensión supera millón y medio

Existe una “órbita cementerio”, una zona donde van los satélites al final de su vida operacional para disminuir el porcentaje de colisiones con otros satélites y evitar que se genere basura espacial cerca de la capa terrestre.

¿Por qué existe un cementerio? Porque la gran mayoría no pueden volver. Los que están en órbita terrestre baja, es decir, entre 150 y 2.000 kilómetros de altura, se desintegran al reingresar en la atmósfera mientras que los que están en órbita alta (entre los 2.000 y los 40.000 kilómetros) se quedan allí como basura espacial.

Los únicos satélites que regresan son las naves tripuladas y algunas cápsulas con experimentos comerciales o de investigación.

La misión del satélite español Ingenio no estaba asegurada

ESPAÑA TAMBIÉN LANZA MISILES

Actualmente, los países líderes en lanzamiento de satélites son, por orden: Estados Unidos, Rusia, Francia, Japón y China. Tienen todo tipo de usos, desde la Televisión hasta la predicción meteorológica pasando por el acceso a Internet, radares o espionaje. Casi todas las telecomunicaciones están vinculadas a los satélites en el espacio.

España entró en el campo aeroespacial en el año 1974 con INTASAT, un microsatélite lanzado a modo de polizón en del cohete Delta de la NASA con una vida operacional de dos años. Por el momento, desde nuestro país ha lanzado más de 15 satélites al espacio aunque es difícil definir que es un satélite “español” ¿Por qué? Porque aunque son de propiedad total o parcial española, muchos no han sido construidos por España en su totalidad.

El primer satélite construido íntegramente por España fue el Minisat 01, lanzado en 1997. También poseemos los satélites militares-civiles PAZ o Ingenio, el que se perdió por un fallo del lanzador a los ocho minutos del despegue en el año 2020.

Luego tenemos pequeños satélites de Universidades u organizaciones españolas. Un ejemplo, lo encontramos en la Universidad de Vigo que ya ha lanzado 3 pequeños satélites al espacio ¿Cómo se hace? El coordinador de la Agrupación Aeroespacial de la Universidad de Vigo, Fernando Aguado, nos lo explica que “para poder lanzar satélites es necesario, fundamentalmente, obtener una licencia de frecuencias, es decir, el satélite tiene que ser comandado y se tiene que recibir su información que se hace a través de ondas de radio. El organismo que habilita lo que es la comunicación es la Unión Internacional de Comunicaciones dependiente de Naciones Unidas

No hay una organización universal a la que debes pedir permiso, cada país tiene su entidad gubernamental y en “el caso de España es la secretaría de Estado de Telecomunicaciones donde hay que enviar una información que incluye el tipo de órbitas, número de satélites y las frecuencias. Y a partir de ahí se inicia el proceso de coordinación el resto de países”, aclara Aguado.

El tiempo para obtener dichos permisos puede oscilar entre los dos y los años. Pero, ¿cuánto cuesta lanzar un satélite? Pues depende de su peso que oscila entre “100.000 y 200.000 euros los satélites más pequeños entre 1kg y 6k. De promedio para satélites muy grandes cuestan aproximadamente 30.000 euros por kilo”

El INTA operará el satélite Ingenio

QUIÉN PUEDE LANZAR SATÉLITES

Según nos cuenta el astrofísico Daniel Marín Arcones “hasta hace unos años era imposible porque lanzar satélites era un privilegio exclusivo prácticamente solo de los estados, pero indica que “en la última década estamos asistiendo a la revolución de los mini satélites, de los micro satélites y de los nano satélite que ahora mismo alguien con dinero, puede lanzarlo así lo desea”.

CON QUÉ OBJETIVO SE LANZAN LOS MISILES

“Lo lógico es utilizar el satélite para un fin comercial o científico, y sí que es verdad que la mayor parte de satélites pequeños, hoy en día, el interés de sus aplicaciones, sobre todo es el ámbito de las telecomunicaciones. Porque cuanto más satélites tengamos podemos cubrir la órbita con más unidades y eso garantiza una cobertura de la superficie terrestre mayor con una menor latencia que es muy importante hoy en día en las telecomunicaciones y en la transmisión de datos a través de Internet”, explica Marín.

Aunque señala también que “otra aplicación que está muy de moda es la observación de la Tierra. Asistimos a una nueva revolución, estamos viendo empresas comerciales que lanzan satélites de pequeño o mediano tamaño para observar la Tierra.

Nanosatélites en órbita

LOS SATÉLITES SE ESPÍAN

“Los satélites militares no se pueden atacar, si se atacan o se destruyen tanto civiles o militares se considera un acto de guerra”, advierte el astrofísico.

Una de las cosas que se están viendo últimamente como nos especifica Daniel es que “en los últimos años vemos cada vez más a maniobras de espionaje entre los propios satélites, algo que no ocurría desde la Guerra Fría. Por ejemplo, hay satélites rusos que en los últimos años han perseguido a satélites espías estadounidenses y se han colocado cerca de ellos; y, también hay satélites estadounidenses que se han dedicado a espiar a satélites rusos y chinos y; también, hay satélites rusos que se han dediccado a espiar en la órbita gestacionaria a otros satélites, sobre todo, de comunicaciones occidentales. Entonces, en estos años con la aparición de esta nuevas guerras frías entre Occidente y Rusia o entre Occidente y China estamos viendo una serie de movimientos de satélites militares bastante inusitados que ni siquiera en la Guerra Fría se vieron”

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