El ser humano, sus miedos y la relación con los conflictos bélicos: "Es sano buscar nuestra propia trinchera"

Mayte Carrasco es periodista de guerra y en 'Herrera en COPE' explica la emotiva metáfora entre los miedos del ser humano y las trincheras de las zonas hostiles

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Con dieciséis años un amigo le regaló una novela de Oriana Fallaci, una famosa reportera de guerra italiana. En aquel momento solo le pareció un libro de viajes, pero después dejó su semilla. En ese momento, Mayte Carrasco descubrió que tuvo mucho impacto en su vida. De hecho considera que le abrió el apetito para saber más de la guerra, del miedo y de las consecuencias. Quince años más tarde se convirtió en reportera en zona hostil. Ha cubierto ya más de diez conflictos bélicos para varios medios de comunicación y acaba de presentar su libro 'Cómo superar el miedo en todas las trincheras de la vida'.

En 'Herrera en COPE' ha explicado el ser humano, por excelencia, está lleno de miedos. "Miedos que nos pertenecen y miedos que no", ha apuntado la periodista. "Un mundo sin miedos sería imposible, porque hay un miedo que es esencial: el miedo del instinto de supervivencia, el que ha hecho que seamos una especie y no nos hayamos extinguido".

No obstante, hay otros muchísimos miedos que somos incapaces de identificar. Aquellos que "son miedos a los que estamos sobreexpuestos y que no son tan reales, ni tan inmediatos".

"A mí me gusta mucho porque creo que es una poderosa metáfora de los miedos humanos. Las trincheras se construyeron en la Primera Guerra Mundial. Los alemanes fueron los primeros y eran supuestamente para protegerse. Se metían allí los soldados y se pasaban un tiempo, se sacaba la ametralladora, disparaban y supuestamente estaban protegidos", ha comenzado explicado. Sin embargo, estas trincheras se acabaron convirtiendo en una "trampa".

"Allí convivían con el hambre y con el miedo que desarrollaron al estrés postraumático... muchos se volvían locos. Había ratas, había hambre... Por lo tanto, se convirtieron en lugares que eran un infierno", ha apostillado. Algo que nosotros también hemos hecho, el desarrollar "esas trincheras" que construimos nosotros mismos "para no afrontar nuestros miedos y creo que es un ejercicio muy sano salir a buscar ese límite nuestro, a buscar cuál es nuestra trinchera".

Primero identificarla, y después "ir a buscar la vida auténtica, ir a buscar esa existencia auténtica". Ha hablado también de conocer "cuáles son nuestros límites y venciendo nuestros miedos". Será solo entonces cuando podamos "conseguir identificar nuestro propio y vamos a ser felices".

El papel de los periodistas en las guerras que asolan el mundo

Se ha dicho desde hace mucho tiempo que los comunicadores y periodistas que van a las guerras, las cubren y están al pie del cañón contando al mundo lo que está ocurriendo son "de otra pasta".

"Somos esos que vamos contra el instinto de supervivencia. Si tu cuerpo te dice que no vayas a allí, nosotros como los bomberos, policías o soldados, vamos donde la gente no quiere ir. ¿Estamos hechos de otra pasta? Tenemos un propósito, hacer algo útil por la sociedad", ha explicado al respecto Carrasco.

Ha apostillado que "el conflicto es parte inherente del ser humano", pero que el conflicto máximo "es la guerra".

"Cuando la gente no puede resolverlos de forma pacífica y llegan a las armas, es una situación límite", Sin embargo, ha recordado, hay guerras y conflictos en todas partes, tanto en las familias, trabajos...

"Cuando hay una guerra sale el verdadero yo de las personas", ha agregado.

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