Salud mental en los adolescentes: ¿hay suficientes medios? ¿Cómo trabajan con nuestros hijos?

La caída de dos gemelas desde su casa en un presunto suicidio ha vuelto a focalizar la salud mental de los adolescentes. 'Herrera en COPE' analiza el tema con expertos

Redacción Herrera en COPE

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Hace solo tres días, el pasado lunes, Pol, de 15 años, intentó quitarse la vida. Ocurría en La Rápita, en Tarragona y, milagrosamente, el menor ha sobrevivido a una caída de 14 metros, aunque tiene rotos los brazos, las piernas, dos costillas y varias vértebras. Está grave, pero fuera de peligro, y ha sido él mismo el que ha pedido a sus progenitores que denunciaran públicamente lo que le ha ocurrido. Se lo ha contado Joan Gual, el padre del joven, a nuestros compañeros de COPE Barcelona. "Quería que su caso se hiciera visible para que, dentro de lo posible, que pusieran medios. Pol es un niño que tiene una conciencia social muy importante", cuenta su padre.

El joven, que tiene un grado leve de autismo, era víctima de burlas en su colegio. La consejería catalana de Educación ya ha iniciado una investigación sobre los hechos y su padre denuncia que no solo el protocolo ha fallado. El origen del problema está en el propio sistema educativo. "Hay casos que a lo mejor no son muy vistosos, pero que deberían tratarse y se han pasado por alto. El paso de la denuncia a la tutora y a la dirección de la escuela se ha saltado", añade el padre de Pol.

Este caso y el de las gemelas de Sallent han sido estos días un aldabonazo para padres, responsables educativos y las administraciones implicadas, pero esto es algo que está ocurriendo desde hace algunos años: al menos 50 menores se han quitado la vida en los últimos cuatro años. Los padres de algunos de ellos: de Kira, de Óscar, de Alan, de Laura o de Alejandro, han salido a la calle con un letrero que lo dice todo en pocas palabras: “Si no actúas ellos se matan”. Durante los próximos minutos analizaremos si estamos preparados, como padres y como sociedad, para atender a nuestros jóvenes. Y los datos, desde luego, son para tomar medidas de forma urgente.

Las cifras ponen la piel de gallina, la verdad. Según los últimos datos que tiene la Fundación ANAR, especializada en atención a la infancia, hasta agosto del año pasado 906 menores llamaron a esta organización en el momento en que estaban pensando terminar con su vida. En tan solo ocho meses se superaron los 748 intentos del 2021. Y si tomamos como referencia los datos del año 2019, los casos detectados por la Fundación ANAR se han multiplicado por cinco.

Se trata de un tema complejo y, lógicamente, no hay una sola causa, pero sí que hay una relación directa con el acoso escolar y digital. Según la Fundación ANAR, siete de cada diez estudiantes que tienen ideas suicidas han sufrido maltrato en el colegio.

Es el caso de Ismael, hoy tiene 21 años, pero cuando su hermana y él tenían 13 comenzaron a sufrir bullying. Les cambiaron de instituto, pero Ismael recibía insultos cada vez más fuertes y el acoso iba a más, tanto que pensaba que no valía para nada y por eso pensó en acabar con su vida. Así se lo contaba ayer a Ángel Expósito en 'La Linterna'. "Los insultos te comen la autoestima hasta tal punto en que sientes que no vales nada, ni siquiera para tus seres queridos, y sientes que a ellos tampoco les importas", cuenta Ismael.

Afortunadamente, en esta ocasión, la historia tiene un final feliz: Ismael se refugió en la música y años después decidió componer una canción contando su experiencia.

Un tema que habla de la importancia de compartir lo que está pasando. El problema es ¿a quién? En los centros educativos están los orientadores, hay unos 10.000 en nuestro país, pero están desbordados. La UNESCO fija una ratio de un orientador por cada 250 estudiantes, pero en España hay uno por cada setecientos u ochocientos. Tomás Pélaez es psicólogo y orientador del Colegio Jesús y María de Valladolid, que abarca desde educación infantil hasta secundaria. Tomás cuenta en 'Herrera en COPE' que "el orientador tiene múltiples funciones. Serían necesarios más orientadores y, quizás, quitar algunas de las cargas burocráticas. Se necesitarían más por ratio de alumnos".

Pélaez cuenta que está "viendo una mayor problemática de salud mental en las aulas. Incluso, desde el punto de vista social, hay estudios que están indicando que las pequeñas frustraciones están evitando que ganes fuerza ante grandes problemáticas".

"Dentro de los equipos de orientación y de los departamentos hay una cantidad de temas que hay que tratar a nivel burocrático. Hay protocolos que entiendo que quieren ayudar a las familias, a las instituciones educativas y al objetivo final que es el alumno. Pero, esos protocolos hacen que tengamos que intercambiar información entre el sistema sanitario y el sistema educativo. Hay que rellenar y complementar una serie de formularios, mínimo 4 o 5 hojas, y hay que seguir haciéndolo cada cierto tiempo. Y ¿eso ayuda al alumno? Yo tengo mis dudas", explica Tomás con respecto a los formularios y la burocracia de estos protocolos.

Desde las asociaciones contra el acoso escolar denuncian también que no hay un protocolo nacional ni contra el maltrato ni tampoco contra el suicidio. Y es que cada comunidad autónoma tiene su propio plan de actuación y, como estamos comprobando, no siempre funcionan. María José Fernández es la fundadora de AMACAE, la Asociación Madrileña Contra el Acoso Escolar, y tiene la peculiaridad de que está conformada por padres y madres que a su vez van a centros educativos a ayudar a los docentes. María José explica en 'Herrera en COPE' que "cada Comunidad tiene su propio protocolo y en algunas ni existe. Ahí ya hay un problema de fondo". "Tuvimos varias reuniones en el Congreso de los Diputados, pidiendo que haya una ley integral sobre el acoso y la violencia en las aulas para que haya un protocolo a nivel nacional. Porque el acoso es igual en todas las Comunidades Autónomas", añade. Pero no hablamos de un protocolo para cuando exploten los casos, sino a una "serie de medidas de prevención, que es lo que no hay ahora", explica Hernández. "Desde la Administración no se han puesto las herramientas suficientes, ni la formación. En la Comunidad de Madrid vemos que, en la formación del profesorado, se saben la teoría, pero a la hora de los protocolos, es donde realmente cometen los fallos".

Si necesitas ayuda, estos son algunos de los teléfonos a los que puedes acudir si necesitas ayuda.

El teléfono de atención a la conducta suicida: 024

Línea de Ayuda a Menores de la Fundación ANAR: 900 20 20 10

Teléfono de la Esperanza: 717 00 37 17