Última hora sobre el atropello mortal a una joven en Moncloa: "Imputado por omisión de socorro"

La investigación ha demostrado que el conductor del vehículo que transportó a Claudia, presenció el atropello de la joven. La policía lo ha detenido por omisión de socorro

Redacción Herrera en COPE Alex García

Publicado el - Actualizado

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Claudia tenía veinte años cuando este fin de semana regresaba a su casa de madrugada. La joven era canaria y estudiaba medicina. Sus padres son dos prestigiosos médicos de Las Palmas, y ella tenía el objetivo de seguir los pasos de sus progenitores en la profesión de la que tanto aprendió a lo largo de su vida. Todo estaba destinado a que Claudia salvara vidas, a que todo fuera normal. Por desgracia, el destino tenía otros planes.

Aquella noche, Claudia volvía a su domicilio en un UBER. Al bajarse del vehículo se dispuso a cruzar la calle cuando repentinamente otro coche la atropelló fuertemente dejándola inconsciente en la carretera. El portero de su edificio, alertado por el sonido salió a preocuparse por la joven, llamó a emergencias y la socorrió. Lamentablemente, de nada sirvieron los esfuerzos de los presentes por salvar la vida de Claudia.

Desde ese instante, se observaron dos indicios sospechosos. En el suelo no había ninguna marca de frenada ni de neumáticos, algo extraño que supuestamente eliminaría la imprudencia del suceso. Por otro lado, el conductor no estaba en la escena del crimen; había huido, había escapado.

La policía comenzó a investigar las pesquisas y consiguió identificar que el coche que protagonizó el homicidio fue un Citroën C2, que mostraba grandes signos de atropello, tenía una colisión importante en el frontal. La policía consiguió identificar al propietario del mismo, quien posteriormente negó que fuera él quien estaba a los mandos del coche, señalando a un tercero que está identificado, pero en paradero desconocido. Junto a este tipo había dos personas más subidas en el coche en el momento en el que se atropelló a Claudia, y por el momento no se ha podido demostrar quienes eran.

Sin embargo, a estas alturas, el proceso ya cuenta con un detenido. En las últimas horas, se ha procedido a imputar al conductor del UBER por delito de omisión de socorro. Este mismo individuo, previamente había asegurado que "no había visto nada" y que desconocía lo que había pasado. Sin embargo, la investigación policial ha podido confirmar que estuvo presente en el momento en el que Claudia fue arrollada, y que posteriormente se marchó como si no ocurriera nada.

"Si mi madre lo ha dicho, es correcto"

Los crímenes familiares no entienden de ubicaciones, de países, de lenguajes ni de que estas deban coincidir en tiempo y lugar. En el año 2020, un vecino de Torrevieja observó a un hombre en su jardín, en ese momento el tipo sospechó que se tratara de un robo. Llamó a la policía y al acudir las autoridades escucharon el grito de una mujer en la casa de al lado.

Al llegar se encontraron con el cadáver de un hombre ensangrentado. La mujer que chilló era su esposa. La pareja era sueca y la dificultad de lenguaje complicó los inicios de la investigación. Las pesquisas apuntaron al hijo del matrimonio como causante del homicidio. El tipo argumentaba que desde hace dos décadas era consumidor habitual de drogas, y había cometido varios delitos en su Suecia natal.

La madre del tipo argumentaba en el juicio que su hijo "rompió el cristal de un ventanal con una bombona de butano y tenía un cuchillo en la mano". Sin más, "se abalanzó" sobre la víctima y lo acuchilló. En el relato, el agresor contaba que "tenía cuentas pendientes" con su padre, y que además, "estaba enfadado con él". Cuando se le preguntó sobre si era cierto el testimonio que había ofrecido su madre, el presunto asesino concluyó que "si mi madre lo ha dicho, tiene razón".

El juicio se está celebrando durante estos días en la ciudad de Alicante y continuará así próximamente hasta que se produzca el veredicto de lo que parece haber sido un parricidio sueco en nuestro país.