Arturo Pérez-Reverte, en Herrera en COPE: "La Guerra Civil no fue lo que nos lo cuentan, fue más compleja"
El periodista y escritor visita Herrera en COPE para presentar su última novela, “La isla de la mujer dormida”
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
El Mediterráneo es probablemente la biblioteca más grande de la historia. De aquí viene todo, ¿no? Desde los egipcios, fenicios, griegos, romanos, bizantinos, otomanos... Este mar ha sido un punto de encuentro y de conflicto constante a lo largo de la historia.
“La isla de la mujer dormida” es la última obra de Arturo Pérez Reverte y tiene el mar como uno de sus protagonistas. Y es que la Guerra Civil española “no solo se desarrolló en territorio español, en la península ibérica. No. Creemos que fue así, pero no. Hubo barcos, hubo combates navales, como el del Cabo de Palos, el de los Baleares. Es que además había tráfico, y de eso trata la novela, había un tráfico de mercantes que venían con material para la República”.
Pérez Reverte ha explicado que en su novela “hay un triángulo sentimental. En el que hay una mujer. En mis novelas siempre las mujeres han sido personajes muy potentes. Mujeres que luchaban solas bajo un cielo sin dioses, con reglas de hombres y bueno. Pero de repente es que en una novela meto a una mujer derrotada. Esta sabe que ya no tiene victoria posible. Entonces no le queda más que la venganza. Entonces es una mujer que decide vengarse del hombre que la redujo a ese estado”.
Leer y escuchar la radio tienen algo en común
Introduzca posición aquí
El escritor decidió que esta obra “iba a tener la Guerra Civil española como fondo. No solo era la Guerra Civil, sino que tenía la Guerra Civil como fondo, no era de aventuras, de amor. Y de espionaje, claro. Los dos espías de Estambul. Creo que leer y escuchar la radio tienen algo en común y es que, hacen que tengas que imaginar, que dibujar imágenes en tu mente”.
Sobre la trama, Pérez Reverte desvela que en la novela “hay dos agentes en Estambul. Uno republicano y otro fascista. Bueno, uno republicano y otro del Bando Nacional. Que tienen una buena amistad, pero cada uno trabaja para los suyos. Pero, ¿cómo de común fue eso durante la Guerra Civil? Es que tenemos, y esto nos lleva a un tema muy delicado, muy de actualidad. O sea, tendemos a pensar que hay una línea que separa las cosas, ¿no? Blanco o negro, azul o rojo, amarillo o verde, feminista o machista, republicano o monárquico o lo que sea, ¿no? Y no es así, el mundo no es así.
Abundando sobre la contienda española, el periodista explica que “la Guerra Civil fue, y esto no hablo de teoría, mi padre la hizo, mi tío la hizo, mi abuelo la hizo, o sea, y perdieron, o sea, me la contaron ellos, ¿no? Entonces, la Guerra Civil no fue lo que nos lo cuentan, fue otra cosa mucho más compleja. Mientras que a niveles, digamos, ideológicos altos tienes claro todo, república teóricamente buena y franquismo teóricamente golpista o perverso, a la hora de acercarte a los seres humanos la cosa cambia. Hay matices, ambigüedades, gente que, bueno, no todo el mundo estaba donde quería estar y esas cosas”.
POLÍTICA Y JÓVENES
Esta polarización sigue vigente en nuestros días. Un ejemplo: “Ven como un parlamentario del PP se saluda y habla amigablemente con un parlamentario de Esquerra Republicana. Claro, eso choca mucho con la imagen que ofrecen dentro del Congreso, que es la que se ofrece de toda España. Y hubo muchos que criticaron ese gesto”
Por último, Arturo Pérez Reverte ha abordado la actualidad social de España, como los problemas que acechan a la juventud actual: “Antes, el joven tenía la esperanza de que su lucha, su sacrificio, su esfuerzo, su inteligencia, todo lo que hacía... sería recompensado con un éxito, con un avance. Ahora, el problema es que hay jóvenes que luchan sin esperanza ninguna. Lo terrible es eso, ¿no? Hay jóvenes que saben que están derrotados de antemano. Saben que la sociedad ya no permite esa... Hombre, sí, sí, es evidente que hay casos que sí, y si peleas, si te comportas, si trabajas, si eres eficaz, si eres eficiente y demuestras serlo, si tienes la humildad profesional para aprender, incluso de tus errores, puede irte mejor la personalidad”