Jesús Calleja revela la conversación que mantuvo con uno de sus compañeros desde el espacio y que jamás olvidará: "Me preocupé"
El gran aventurero nos cuenta en 'Herrera en COPE' todas las claves de su viaje
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Desde esta estación espacial, Jesús jugaba a ser astronauta. En un pueblecito de León. Todavía allí se puede ver un cielo plagado de estrellas. Mire, la mirada de un niño es la mirada más curiosa. Y no perderla puede, a veces, cumplir los sueños más imposibles.
Antes de subirse a la nave, su hijo le dio un abrazo. Fue uno de los abrazos más bonitos que ha recibido, sin duda. Hablamos con Jesús Calleja y su gran hito en los micrófonos de 'Herrera en COPE'.
Tu hijo tenía miedo. Él estaba nervioso. "Todas las cosas del espacio son espectaculares y cuando tú llegas a Blue Origin, estás ante un gigante aeroespacial. Tienes prohibido utilizar el teléfono. Tuvo visiones de que no volvía. Es el momento más emotivo que viví con él. Lloraba y no le podía consolar. No había manera", le relata a Alberto Herrera.
Las fases de un despegue y aterrizaje, explica, son traumáticas "pero la tecnología de la nave que llevábamos tiene unas capacidades hasta ahora no vistas. Con un entrenamiento, entre comillas, muy corto, puedes subir. Cuando estás en ascenso llegas 3.700 kilómetros muy rápido. Y todas las separaciones son muy violentas. Vibra la nave entera, se pone a girar. Tienes una sensación de que va a romperse, pero está todo bastante controlado".
Jesús Calleja en el espacio
Calleja dice que "el cerebro se te aplasta, quieres llenar el aire de los pulmones y no te entran. Son unos segundos que estás en el borde de que se te va la pinza. Es muy traumático".
¿Y cómo de negro es el universo y qué se siente al mirarlo? Responde que, en el simulador que tenía tanto él como sus compañeros, "pedí entrenar las tomas de las cámaras. Para que fueran las mejores. Y cuando llegué arriba y me asomé por la ventana. Me quedé en shock. Mira que he visto cosas en el mundo, pero nunca estás preparado para lo que ves. El espacio es de un negro mate. Un negro profundo. Que te atrapa. Que te asusta. Infinito. Con una profundidad que no existe en la tierra".
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Y luego observó un sol que "brilla con una fuerza extraordinaria. Es imponente. Allí arriba todo tiene una gran iluminación que golpea con una atmósfera desde otra perspectiva. La atmósfera hace un efecto espejo".
Dice que es hipnótico que "en ese negro que asusta. Inerte... veas algo tan azul. Con una esferidad mucho más que la imaginada. Flotando en ese cosmos... es tan hipnótico que te quedas atrapado".
Por otro lado, Jesús Calleja dice que cuando te intentan explicar la fe, es muy difícil. Sin embargo, sin planearlo y sin estar en su cabeza, "tuve una conexión extraña. Fue como 'la vida no se acaba'. Me quedé como tranquilo y luego estuve reflexionando al respecto".
"la suerte que tenemos la humanidad de vivir en ese cosmos"
Le ha dado un chute de esperanza porque "era todo demasiado perfecto. La suerte que tenemos la humanidad de vivir en ese cosmos".
Flotar en el espacio, que es lo que más nos atrae, resultó para Calleja lo menos interesante. Es lo que es porque "te sueltas del asiento y flotas. Yo estaba tan absorto mirando por la ventana gigante que me preocupé. Vi que la nave picaba en vertical y le dije al compañero que algo iba mal. Me dijo que el que estaba mal era yo porque estaba del revés. Iba todo perfectamente".
Ha aclarado que las retransmisiones en el espacio son muy complicadas. Tiene ese problema a la hora de grabarlo. Luego se firman contratos de confidencialidad. Si nos fijamos bien, "uno de los compañeros no está en la foto de presentación. Ese hombre no quiere que se le haga una foto. Esto quiere decir que estas compañías son muy exquisitas con qué imágenes salen. Evitan tener una mala imagen".
¿Calleja iría a la luna? Responde que ya. En cuanto pudiese. Su pasión frustrada es haber sido astronauta. En su generación no existía la posibilidad.
Ahora está cumpliendo "ese sueño de una forma increíble. Pero este proyecto de comunicación que empezamos en Mediaset y luego se sumó Prime Video. Nos ha abierto las puertas a que hemos sido la primera cadena de tv/plataforma en entrar en el espacio. Ha sido tan espectacular y han quedado tan contentos...y se está emitiendo en 201 países, que cualquier cosa nueva que vaya a hacer Blue Origin estoy en la casilla de salida".
Por último, hemos hablado sobre la madre de Jesús Calleja. Es para comérsela. Y es la gran sufridora. Porque no ha parado de darle sustos a la pobre. Desde niño, se rompió sus brazos por primera vez "y he hecho cosas que no te puedes ni imaginar. La mirada curiosa te va forjando en el futuro. Si no tenemos un sueño, la vida va muy deprisa. Ella más o menos estaba entrenada pero no le terminaba de entrar en la cabeza".