Robots avatar para estar en dos lugares a la vez, según el científico español que conquista Japón
Nos visita Alberto Sanfeliú, científico experto en robots, Catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña y Director del Instituto de Robótica e Informática industrial.

Alberto Sanfeliú, en Herrera en COPE
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El científico español Alberto Sanfeliú, Catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña y Director del Instituto de Robótica e Informática Industrial, ha desvelado en una entrevista en Herrera en COPE los avances que están revolucionando la robótica social y empática, una tecnología que promete cambiar para siempre nuestra forma de vivir y trabajar.
"Llegará un momento en el que usted pueda alquilar o comprar un robot y manejarlo desde casa para que haga cosas por usted", anticipa Sanfeliú. Según explica, estos robots actuarán como auténticos avatares físicos, permitiendo a las personas "estar" en lugares lejanos sin moverse de su hogar.
Sanfeliú destaca que "asistir a una reunión en Madrid mientras cuida a su madre en Oviedo será posible" gracias a estos robots avatar, que podrán interactuar y moverse como si fueran una extensión física de nosotros mismos.
Aunque admite que "la apariencia idéntica al ser humano es uno de los retos más complejos", asegura que "ya se está trabajando en robots con empatía, capaces de identificar si estamos contentos o tristes". Estos robots comprenderán nuestras emociones y responderán de manera adecuada, algo que abrirá nuevas posibilidades en el cuidado personal y la asistencia.
Sanfeliú forma parte del mayor proyecto de robótica empática que se desarrolla en Japón, donde "trabajan 40 científicos japoneses y yo, el único extranjero", detalla. El proyecto, liderado por Hiroshi Ishiguro, busca que los robots puedan entender la intención humana y actuar en consecuencia.
Sobre la empatía robótica, señala: "Un robot con empatía sabe cuándo una persona necesita ayuda, aunque no lo pida directamente", poniendo como ejemplo robots que cuiden a personas mayores o asistan en hospitales, anticipándose a sus necesidades.
Preguntado sobre la parte técnica, Sanfeliú explica que "hay un equipo de neurocientíficos que colabora para que los robots puedan leer las expresiones y el tono de voz, entendiendo la intención humana", algo que va más allá de la simple programación de respuestas automáticas.
Una de las aplicaciones prácticas más interesantes es el alquiler de robots. Sanfeliú confirma: "Los robots se alquilarán como se alquilan ahora los patinetes eléctricos", y cualquiera podrá usarlos para tareas específicas, desde asistir a reuniones hasta ayudar a un familiar.
Además, anticipa que "el teleoperador de robot será una de las profesiones del futuro", donde personas manejarán robots a distancia para realizar trabajos en otras ciudades o países. Eso sí, señala que aún queda camino por recorrer en cuestiones técnicas como las baterías: "La autonomía de los robots sigue siendo un desafío".
Sobre la posibilidad de que los robots sean indistinguibles de los humanos, comenta: "Por muy buena que sea la tecnología, siempre habrá algo que nos haga dudar, pero cada vez será más difícil saber si hablas con una persona o con un robot", acercándonos al famoso Test de Turing.
En cuanto a los avances más sorprendentes que ya existen, Sanfeliú menciona robots que "imitan el cuerpo humano, con músculos y tendones artificiales capaces de replicar nuestros movimientos con enorme precisión", algo que parecía ciencia ficción hace unos años.
Para Sanfeliú, el objetivo final es que estos robots "ayuden a las personas, especialmente a las más vulnerables, como mayores o enfermos", pero también que sirvan en trabajos peligrosos o en situaciones donde los humanos no puedan estar presentes.
Concluye advirtiendo que "la robótica no viene a quitarnos el trabajo, sino a complementarnos y ayudarnos", y llama a preparar a las nuevas generaciones para convivir y trabajar con robots en un mundo cada vez más automatizado.