Los signos que han obligado a Juan Pedro a pedir ayuda para no acabar siendo un maltratador: "Detectas que no estás bien"

La Fundación asistencia y Gestión Integral (AGI) recibe a personas que, de forma voluntaria, deciden ir a terapia para modificar su conducta

Redacción Herrera en COPE

Publicado el - Actualizado

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Dicen que todos merecemos una segunda oportunidad, pero ¿realmente creemos en la rehabilitación de los maltratadores? ¿Puede alguien que ha causado daño cambiar de verdad?

En España, las terapias de rehabilitación para maltratadores se enmarcan dentro de las medidas legales y programas diseñados para prevenir y erradicar la violencia de género. La legislación española establece que aquellos individuos condenados por delitos relacionados con la violencia de género están obligados a participar en programas de reeducación y rehabilitación

Por otro lado, también están las personas que reconocen comportamientos violentos o actitudes machistas, pero que no han sido condenadas judicialmente (o su condena es menor a los dos años de prisión), que pueden acceder de manera voluntaria a programas y terapias ofrecidos por diversas organizaciones y entidades especializadas.

Programas que buscan proporcionar herramientas para modificar conductas y promover relaciones saludables. Programas como los que lleva más de 30 años desarrollando la Fundación asistencia y Gestión Integral (AGI).

En 'Herrera en COPE', dentro de la programación especial de este jueves, hablamos con Diego Fernández, psicoterapeuta especializado en terapia para maltratadores.

Así funciona la terapia  de rehabilitación para maltratadores

Ante la pregunta de cómo es recibir a alguien que ha causado tanto daño, explica que "se intenta de alguna forma intentar ver qué hay detrás de toda esta historia que te cuenta esta persona. No quedarte solo con el hecho, intentar profundizar un poco en esa famosa mochila que llamamos. Y ver que de alguna forma esos comportamientos no son porque sí".

"Se intenta de alguna forma intentar ver qué hay detrás de toda esta historia que te cuenta esta persona. No quedarte solo con el hecho, intentar profundizar un poco en esa famosa mochila que llamamos. Y ver que de alguna forma esos comportamientos no son porque sí.

Intentar hacer entender a esta persona el cómo ha funcionado, el cómo se ha dado ese patrón de funcionamiento, de conductas agresivas. La forma que tiene de pensar, de sentir, de actuar, es un poco hacerle ver y hacerle entender de dónde viene todo esto. 

Es complicado al inicio, porque se les confronta mucho y se les hace ver que tienen mucho más que ver de lo que se piensan en la forma de reaccionar. No tanto quedarnos en lo que me está pasando, mirá cómo me están provocando, sino intentar darle la vuelta y decir que estás tú viendo de todo eso, qué significado le das a lo que ves de fuera, qué te hace reaccionar de esta forma".

En cuanto al porcentaje de éxito,  detalla que "en el programa este que tenemos aquí en la fundación, donde viene gente de forma voluntaria porque ha detectado en su vida, en pareja, en familia, se notan más irritable o que saltan a la mínima, hemos calculado que el éxito ronda entre 76% y 77% de éxito". 

El testimonio de un hombre que ha decidido ir a terapia

En paralelo hablamos con Juan Pedro Pérez Ruiz, un hombre que, sin haber sido denunciado, decidió dar el paso y acudir a terapia. Lleva 13 de las 15 sesiones programadas y nos ha explicado, en primera persona, cómo ha sido ese proceso.

Respecto a cómo se dio cuenta, explica que "detectas que no estás bien, eres agresivo, perjudicas a lo que es tu entorno, vas destruyendo poquito a poco, lo que hasta costó tantos años, lo destruyes en muy poco tiempo, adiciones general, pasos por la vida que bueno te afectan. Y bueno, gracias a la fundación me lo recomendaron y accedía a ello. En este año y pico he avanzado muchísimo".

Además, pone en valor el apoyo de su familia: "Mi mujer es mi primer pilar, es la que ha sufrido todo el calvario que llegué a darle, por desgracia. Ha sido mi pilar y mi hija, lo entendió bien, me ha ayudado muchísimo también a pasar episodios malos, igual que mi mujer y mi hijo igual, apoyándome como alguna manera, pues ellos pueden".

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