'Crónicas perplejas': “Para romper hay que crear. Y para crear, hay que esforzarse”
Habla Antonio Agredano del lenguaje y de las palabras que se ponen de moda y pasan de generación a generación
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En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus "Crónicas perplejas".
Guay del Paraguay. Quién no ha dicho "guay del Paraguay" alguna vez en su vida. Con eso no nos echamos las manos a la cabeza. Si un amigo corría mucho con el coche le llamábamos Fitipaldi. Cuando llamaban al fijo de casa, descolgábamos y decíamos: ¿Digamelón?
Todas las generaciones han tenido su 'dabuten' y su 'nasti de plasti'. Todas las generaciones han tenido su no te enrolles Charles Boyer. Nuestros padres tuvieron sus palabras y nuestros hijos tendrán las suyas. Y así es la comunicación, un fluido incansable que se adapta a los espacios y a los días.
Es tentador pensar que nuestro tiempo fue el mejor, que todo lo que ha venido después ha sido una degeneración y una pérdida. Pero no es verdad. Todo tiempo tuvo sus cumbres y sus hondonadas. Sus rebeldías y sus obediencias. Su modernidad y su elogio de lo antiguo.
Sí que creo que para romper las reglas hay que conocerlas. Y que para escribir mal hay que aprender a escribir bien. Igual que no se puede deconstruir un salmorejo si no sabes hacer un buen salmorejo. Porque para romper hay que crear. Y para crear, hay que esforzarse.
La vida es desconcertante y veloz. Las palabras sólo son un reflejo de esa urgencia. Y no, no hace falta que me deis la razón con un unánime efectiwonder. En fin, dicho esto me despido de la única forma que conozco: 'Hasta luego, Lucas'.