'Crónicas perplejas': "Es difícil vivir a ciertas edades lo que debimos vivir antes"

En esta sección de 'Herrera en COPE', Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus 'Crónicas perplejas'.

Dando la razón vivimos más cómodos, pero dando guerra se aprende más. Las cosas no son fáciles. Uno no siempre encaja, no siempre tiene los caminos claros, no siempre asiente con docilidad cuando sus padres o sus amigos les marcan el futuro. Casi todos tenemos dentro un resorte que salta cuando escuchamos ciertas palabras, como deber, obligación, mejor para ti, no seas tonto, hazme caso. Yo a ese resorte lo llamo libertad.

Y es cierto que no siempre nos ayuda, y es cierto que a veces nos mete en situaciones difíciles, y es cierto, por supuesto que es cierto, que de vez en cuando hay que escuchar y hacer caso a quien tiene menos dudas y más experiencia que nosotros. Pero no puedo evitar sentir ternura por todos aquellos que tomaron, que tomamos, la dirección contraria. Que decepcionaron. Que en ocasiones se equivocaron. O que apenas sobrevivieron a sus propias dudas.

Pero todos ellos, en muchas ocasiones, encontraron su propio camino, dibujaron su propio mapa, tuvieron la fuerza y la convicción suficiente para sacudirse las presiones y marchar hacia sus propios anhelos. Porque la vida también es eso, liberarse de lo esperado, iluminar espacios que estaban cerrados, tener la vida que nosotros hemos querido.

Porque luego vienen los arrepentimientos, mirar hacia atrás, sentir eso tan duro que es habernos dejado cosas en el tintero. Haber transitado sólo los caminos que nos obligaron a transitar. Y el tiempo no perdona. Y es difícil vivir a ciertas edades lo que debimos vivir antes.

Yo no soy nadie para dar consejos. Tengo momentos de gran felicidad y momentos de profundo dolor en el armario de mi existencia. Pero siempre hice lo que quise hacer. Por supuesto que a veces salió mal. Por supuesto que sentí vergüenza y tuve que volver pidiendo perdón y una nueva oportunidad.

Pero qué es la vida sino unas botas rotas, cicatrices y recuerdos. Qué es la vida sino una aventura con un comienzo frenético y un inesperado final.