'Crónicas perplejas': “Seguro que los extraterrestres estuvieron detrás del gotelé”

En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus "Crónicas perplejas".

Si a veces dudo sobre la vida inteligente en la Tierra, cómo voy a creer en la vida inteligente en otros planetas. Yo quiero creer. Quiero pensar que más allá de Orión hay restaurantes de kebabs hiperespaciales para aliens que vuelven ciegos de marcha.

El problema de los extraterrestres es que no está armonizado. Si mañana se para una nave espacial en mitad de la plaza de las Tendillas no sabes si se va a bajar ET o se va a bajar Predator. Y claro. La cosa cambia mucho.

ET, por cierto, qué hinchón de llorar cuando se pone malito. Y mira que es feo ET, pues más lo quieres. Me acuerdo mucho de ET cuando tengo resaca. Se me pone la misma carita y muevo así la manita y digo: mi agua, mi ibuprofeno…

Un negocio muy rentable sería poner una óptica en otro planeta, porque todos los extraterrestres tienen los ojos muy grandes. Le tienen que ponen las lentillas en Carglass.

Una teoría es que los extraterrestres ayudaron a construir los grandes monumentos de nuestras civilizaciones. Si estuvieron detrás de las pirámides, de la Atlántida, de los moais… seguro que estuvieron detrás del gotelé. Y seguro que los extraterrestres fueron los primeros en poner un dálmata de porcelana en la entrada de los pisos.

Y luego esto de los reptilianos. Que están entre nosotros. Y yo veo a gente que tienen caras raras y ya no sabes si es el hialurónico, el botox, la cirugía, o es que por debajo son como una lagartija.

Una cosa que me podría pasar es que me abdujera un ovni. Yo los ovnis por dentro me los imagino como el Bershka. Con esas luces y esa música y llenos de gente peculiar.

En fin. Prefiero centrarme en lo que tenemos a mano. Para encuentro en la tercera fase, ese momento en el que todos los amigos, los casados, los divorciados y los solteros, nos ponemos de acuerdo en un día y una hora y podemos quedar a cenar y tomarnos algunos refresquitos y contarnos las viejas batallas.

Yo a los extraterrestres sólo les pido que aterricen o no aterricen, pero que no nos entretengan con lucecitas en la madrugada. Y si bajan a la Tierra, y se quedan entre nosotros, por favor, que no formen un nuevo partido político. Que ya bastante con lo que tenemos.