'Crónicas perplejas': "La vida es un precipicio al que nos asomamos, y el arte es solo imaginarlo"
Habla Antonio Agredano sobre el arte
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En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus "Crónicas perplejas".
Estas palabras se llaman 'Crónicas perplejas' porque la perplejidad es, para mí, una necesidad. Tenemos estos días, tan medidos, tan predecibles, que, a veces, el desconcierto, es una vía de escape.
El arte no es solo belleza, también es duda. Y en eso se parece a la vida. En ocasiones, en nuestro día a día, encontramos refugio en las cosas mundanas. En los abrazos inesperados de nuestros hijos, en un paisaje de antenas visto desde la azotea o en el olor de un guiso en la escalera que nos lleva, de repente, a la infancia.
La vida es un precipicio al que nos asomamos. Y el arte es solo imaginar ese precipicio. El del tiempo que pasa, el de la búsqueda de la felicidad, el del amor correspondido. No es solo una cuestión estética, también es lanzar al aire una pregunta para la que hay difícil respuesta.
Cuando veamos una obra de arte, por muy simple o muy confusa que nos resulte, solo debemos pensar que detrás hay un creador asomado a su propio precipicio. Que siente y tiene miedo como nosotros.
La vida es la gran obra. Cada cual la crea a su manera. Hay quien tiene lienzos y pinturas, hay quien tiene cuaderno y bolígrafo, hay quien arpegia una guitarra y hay quien simplemente vive, vive con generosidad y valentía, vive intentando dejar un mundo mejor del que encontró. Vivir. Vivir, sin perder el entusiasmo ni la bondad. Eso, también es un arte.
'Crónicas perplejas' de la semana de Antonio Agredano
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