Una historiadora desvela el curioso origen del nombre de Venezuela: "Los españoles se dan cuenta de que se parecía"
Ana Velasco cuenta cómo los colonizadores de América decidieron que este país se conozca con esta denominación por las similitudes que encontraron con otra ciudad
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Alberto Herrera conoce cómo los cambios de nombres como el de la polémica de Donald Trump con el Golfo de México son habituales con la historiadora Ana Velasco
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El nombre de Venezuela, asociado hoy en día a uno de los países más conocidos de América Latina, tiene una historia fascinante que remonta a la época de la colonización. Según la historiadora Ana Velasco, este curioso nombre fue elegido por los colonizadores españoles debido a las sorprendentes similitudes que encontraron con una ciudad europea: Venecia.
En una conversación reciente con Alberto Herrera, en el programa de COPE, Velasco relató cómo los colonizadores españoles, al llegar al actual territorio venezolano, se sorprendieron al ver las pequeñas casas sobre pilotes que se levantaban sobre el agua en la zona del lago de Maracaibo. Esta imagen les recordó a Venecia, la famosa ciudad italiana, que también es conocida por sus canales y su estructura sobre el agua. Fue entonces cuando decidieron llamar a este nuevo territorio "Venezuela", que significa "pequeña Venecia".
La historiadora destaca que este fenómeno no es un caso aislado en la historia de la toponimia. La práctica de poner nombres a los lugares, conocida como toponimia, tiene un trasfondo cultural y político muy profundo. Como ella explica, los nombres de los lugares suelen tener su origen en las características geográficas, culturales o históricas que los colonizadores, exploradores o poblaciones locales observan. Y, en el caso de Venezuela, la similitud con Venecia fue tan notable que llevó a los españoles a tomar esta decisión.
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Cientos protestan para denunciar la 'ilegitimidad' del Gobierno de Nicolás Maduro, en Caracas, Venezuela
Además, el debate sobre el origen de los nombres no es algo exclusivo de Venezuela. Ana Velasco apunta que, a lo largo de la historia, se han producido numerosos cambios de nombre por motivos políticos o de apropiación cultural.
El curioso origen del nombre de Venezuela
Un ejemplo reciente de esto es la polémica generada por las declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien propuso cambiar el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América. A pesar de que esta propuesta no es una ocurrencia aislada de Trump, sino que responde a una corriente global de normalización de los nombres geográficos promovida por las Naciones Unidas, es un claro ejemplo de cómo los nombres de los lugares pueden cambiar por razones políticas y culturales.
La discusión sobre el nombre de Venezuela, aunque relativamente pacífica en comparación con otros casos, forma parte de una tendencia más amplia que busca comprender y reflexionar sobre los nombres de lugares desde una perspectiva crítica.
Esta reflexión incluye, por ejemplo, el resurgimiento de los nombres indígenas en diferentes regiones de América y otras partes del mundo. Velasco señala que, actualmente, hay movimientos que reclaman el uso de topónimos indígenas para devolver la identidad cultural a las comunidades originarias y cuestionar la herencia colonial.
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bandera de viento de venezuela
El caso de Venezuela y su relación con Venecia no es solo una curiosidad histórica, sino que también refleja cómo los nombres, aunque inicialmente impuestos por los colonizadores, evolucionan y adquieren nuevos significados con el paso del tiempo. Como explica Velasco, los nombres no son propiedad de nadie, sino que sirven para facilitar la comunicación y el entendimiento entre las personas. De ahí que, con el tiempo, algunos nombres sean modificados para reflejar nuevas realidades políticas, sociales y culturales.