Santi González: ¿Se puede entrevistar en Televisión Pública a un tipo condenado por pertenencia banda armada?

TVE consumó una infamia que hasta ahora no se había atrevido: entrevistar a Arnaldo Otegi en horario de prime time

Santiago González

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El análisis de la actualidad de Santi González en 'Herrera en COPE'.

Anoche, a eso de las 10 y 10 TVE consumó una infamia que hasta ahora no se había atrevido: entrevistar a Arnaldo Otegi en horario de prime time. No han doblado las campanas, nadie ha llamado a las damas de negro para que vistan su luto informativo los viernes ni cualquier otro día de la semana. Para estas cositas quería el doctor Fraude a la administradora única.

Decíamos ayer que para este lance, la televisión que pagamos todos debería haber pedido la colaboración especial de Jordi Évole, para repetir las dos entrevistas que hizo al líder batasuno en La Sexta. O mejor aún, comprárselas y emitirlas tal cual.

¿Se puede entrevistar en la Televisión Pública a un tipo que ha sido condenado por pertenencia a banda armada? Depende de las preguntas, pero hay un primer criterio siempre que el entrevistador no las confunda con un masaje. Seguramente hay socialistas vascos que todavía recuerdan el encuentro con Arnaldo Otegi en la cafetería del Parlamento vasco el 23 de febrero de 2000, el día siguiente del asesinato de Fernando Buesa, sin que el parlamentario batasuno les dirigiese una sola palabra de pésame, de rechazo del crimen. 19 años después Otegi sigue sin condenar los asesinatos de la banda a la que perteneció.

Covite sí guarda memoria del asesinato de Buesa y de todos los demás. Por eso ha anunciado que no asistirá hoy al homenaje a las víctimas de la violencia terrorista en el Congreso de los Diputados. “No podemos”, dicen muy razonablemente, “estar presentes en un acto junto a los herederos políticos de ETA”. Esa es la memoria necesaria de las víctimas, no el alzheimer que olvida el pasado reciente para recordar una guerra de hace un siglo. Pero siempre ha habido memorias caprichosas. Durante aquello que Zapatero consideró su proceso de paz, sus agentes llevaban la cuenta del tiempo sin atentados terroristas: dos años y medio sin muertos, tres años sin muertos. Pilar Ruiz, la madre de los Pagaza dio la vuelta a aquel discurso miserable: “Yo llevo tres años con uno”.