Santiago González: "Los que se manifestaron ante el TS cabrían en un autobús y sobraría sitio"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

1 min lectura

Este martes vivimos la jornada clave de la legislatura por la confluencia de dos acontecimientos: el comienzo de la vista del procés y el inicio del pleno del Congreso para los presupuestos. Demasiado para Sánchez. Los simpatizantes de los presuntos golpistas se manifestaron fuera, encabezados por Torra. Cabrían todos en un autobús y sobraba sitio. Torra aguantó cinco minutos y luego entró a ocupar su lugar de preferencia.

Saludó a los procesados, que agradecieron el halago salvo tres: Oriol Junqueras, Carles Mundó y Santi Vila, que no se volvieron para mirar. Sus abogados también podrían haber estado en la manifestación de fuera, pero ya que estaban dentro optaron por la agitación. Hizo cumbre el letrado Van der Eyden, defensor que Junqueras, al sostener que “todos coinciden, los catedráticos, los tertulianos de la tele opinan que no existe delito de rebelión". Los tertulianos de la tele, madre mía. Era inevitable que terminaran con Elisa Beni como argumento de autoridad.

El otro acontecimiento fue el pleno del Congreso que terminará hoy a mediodía con la votación de las enmiendas de la totalidad. Fue la consagración de Mª Jesús Montero, una de las criaturas más zafias que tiene asiento en el banco azul. Ella daba por perdidos los presupuestos y se puso en jaque, aunque fue vapuleada dialécticamente por Pablo Casado y Albert Rivera, a quien ella se empeñó en llamar señor Casado. La sesión fue un mitin. La diputada canaria, Ana Oramas, pidió a la ministra Montero que no hablara como si estuviera dando un mitin en las 3.000 viviendas de Sevilla. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, recordó a Joan Tardà que este era un debate de Presupuestos.

Hoy a mediodía todo quedará listo para el adelanto, salvo un quiebro improbable de los partidos separatistas.