Santi González: "En España hay más Guitartes que Oramas"

El tertuliano de "Herrera en COPE" analiza las dos primeras sesiones del debate de investidura de Pedro Sánchez

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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No sabemos si Pedro Sánchez, que es también como un niño, pero con la cabeza gorda y mala uva, va a conseguir que le traigan los Reyes otra vez el palacio de la Moncloa, que es para él como una casita de muñecas, el sueño de una noche de Reyes.

La investidura , por ahora fallida, de Sánchez, fue un espectáculo indigno, en el que se dieron cita, con más concentración en el candidato y su cuadrilla, la mentira, la manipulación y la ignorancia. Brillaron como chispazos, la dignidad de Ana Oramas, amenazada por un candidato que a ratos mostró maneras de gangster. Ella estuvo espléndida, cuando en su réplica, le mostró sus convicciones y le reclamó un respeto. 

Estuvo muy pertinente Inés Arrimadas al hacerse una pregunta que ella sabía retórica: si no iba a haber una persona decente entre los 120 diputados del PSOE. Ella reclamaba el voto en conciencia de un solo diputado socialista, pero Sánchez y los suyos tergiversaron y le reprocharon invitar al transfuguismo. No había tal. Los más sanchistas del Congreso, empezando por Meritxell Batet, Nini Lastra, Odón Elorza, Patxi López, Zaida Cantera e tutti quanti  por saltarse la disciplina de voto que les había pedido la gestora presidida por Javier Fernández, asturiano como Lastra, pero con más cabeza, donde vas a comparar.

Pero no parece que haya motivos para temer por la investidura. Sí saldrá y ese es un motivo más que suficiente para temerla. No habrá nadie más como Ana Oramas, que dio una lección al anteponer sus principios a las instrucciones de su partido. En España hay más Guitartes que Oramas. En el PSOE no queda nadie, o eso parece, capaz de anteponer los intereses nacionales a los de su partido y los de su partido a los suyos personales. Osea, justo al contrario de el doctor Fraude. Cada vez es más difícil encontrar ahí dentro a personas como Jose Mari Múgica. Por eso es tan admirable su carta de ayer a Pedro Sánchez: “que pretenda usted alcanzar la investidura con la ayuda del fascismo que nos asesinó en el País Vasco produce una náusea infinita. Y un profundo desprecio”. Esta es su memoria histórica y la de su familia: asesinados en Auschwitz los Herzog por judíos, en la guerra civil por socialistas y ya en la democracia por ETA. Y yo me pregunto: ¿Qué pensará Alfonso Guerra de esta carta? ¿Qué pensará Felipe González? ¿Y Juanma Eguiagaray y tantos socialistas de bien, que los hubo?

El caso es que ayer Lastra acusó a Arrimadas de alentar un tamayazo, ella qué sabrá, la pobre y a la oposición constitucionalista de impulsar un golpe de Estado, mientras la portavoz de Bildu ofendía al Jefe del Estado ante la pasividad del jefe del Gobierno que se dejó humillar por los herederos de ETA. ¡Y por Rufián! que le repitió –todo lo repite, como el cartero de James McCain- sin mesa no hay legislatura.