El Papa, sobre la nueva Constitución Apostólica, 'Praedicate Evangelium': “No incluirá importantes novedades"

El obispo de Roma ha explicado a Carlos Herrera que esta nueva norma legal del Vaticano está dando los últimos pasos antes de ser firmada por el Pontífice

Redacción Religión

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El Papa Francisco ha asegurado en 'Herrera en COPE' que la reforma de la curia romana (es el conjunto de órganos de gobierno de la Santa Sede y de la Iglesia) “anda paso a paso y bien”, en la línea que expusieron los cardenales durante las reuniones que tuvieron lugar antes de la celebración del cónclave de 2013, en la que Jorge Mario Bergoglio fue elegido Sucesor de Pedro.

“El próximo Papa tiene que hacer esto, esto, esto, esto. Y esto es lo que yo empecé a poner en marcha. Creo que quedan varias cosas por hacer todavía, pero no hay nada inventado por mí. Yo estoy obedeciendo a lo que se marcó en aquel momento. Quizás algunos no se daban cuenta de lo que estaban diciendo o pensaban que no era tan grave, pero algunos temas provocan escozor, es verdad. Pero no hay una originalidad mía en el plan. Y mi proyecto de trabajo, 'Evangelii Gaudium', es una cosa en la que traté de resumir lo que los cardenales dijimos en ese momento”, ha subrayado.

Sobre el documento 'Evangelii Gaudium', Francisco reconocía a Carlos Herrera durante la conversación “que ahí hay un problema que yo quisiera señalar, que es el problema de la predicación. Someter a los fieles a largas clases de teología, de filosofía o de moralismo, que no es la predicación cristiana. Ahí en la 'Evangelii Gaudium' pido una reforma seria de la predicación. Algunos hacen, otros no entienden… Por poner un punto, ¿no? Pero ‘Evangelii Gaudium’ trata de resumir en general como actitudes lo de los cardenales en el precónclave”.

El Papa argentino también ha hecho referencia a la Constitución Apostólica 'Praedicate Evangelium', en la que aún se está trabajando: “El último paso es que yo la lea, porque la tengo que firmar y la tengo que leer palabra por palabra”.

Sin embargo, Francisco ha manifestado que esta Constitución Apostólica no va a incluir importantes novedades respecto a lo que se está viendo actualmente: “Quizás algún detalle, algún cambio de dicasterios que se juntan, dos o tres dicasterios más, pero ya está anunciado: por ejemplo, Educación se va a juntar con Cultura. 'Propaganda Fide' se va a juntar con el dicasterio de la 'Nueva Evangelización'. Está anunciado. No va a haber nada nuevo respecto a lo que se prometió que se iba a hacer”.

El documento pontificio que limita la celebración de las 'misas tridentinas'

El pasado 16 de julio, el Papa Francisco publicaba el motu proprio 'Traditionis custodes' por el cual limita la celebración de la Misa en rito tridentino únicamente bajo autorización del obispo de una diócesis. Desde 2007, por decisión de Benedicto XVI, ese permiso no era necesario.

Un rito que se dejó de usar oficialmente en 1969, cuando Pablo VI la sustituyó con el rito actual de la misa. Francisco explicaba a Herrera que tres años después de que Benedicto XVI ofreciera la posibilidad a aquellos que no se sentían bien con la liturgia actual de celebrar la misa con el rito anterior a Pablo VI, se hizo una evaluación que resultó ser satisfactoria.

Diez años después, los responsables del Culto y de la Doctrina de la Fe establecieron que convenía realizar una segunda evaluación con todos los obispos del mundo, y que se realizó durante todo un año. El resultado de aquel estudio, comenta Francisco, escondía algunas inquietudes que llevaron al Santo Padre a tomar la decisión de limitar las 'misas tridentinas'.

“La inquietud que más aparecía era que una cosa hecha para ayudar pastoralmente a quienes han vivido una experiencia anterior, se fuera transformando en ideología. O sea, una cosa pastoral a ideología. Entonces había que reaccionar con normas claras. Normas claras que pusieran un límite a aquellos que no habían vivido esa experiencia. Porque parecía que estaba de moda en algunos lados que sacerdotes jóvenes “ah, no, yo quiero…” y por ahí no saben latín, no saben lo que dice. Y por otro lado, apoyar y consolidar lo de 'Summorum Pontificum'. Hice más o menos el esquema, lo hice estudiar y trabajé, y trabajé mucho, con gente tradicionalista de buen sentido. Y salió ese cuidado pastoral que hay que tener, con algunos límites pero buenos. Por ejemplo, que la proclamación de la Palabra sea en un idioma que todos lo entiendan; si no, es reírse de la Palabra de Dios. Pequeñas cositas. Pero sí, el límite es muy claro. Después de este motu proprio, un sacerdote que quiera celebrar no está en las condiciones de los otros --que era por nostalgia, por deseo, etc-- y ahí sí tiene que pedir permiso a Roma. Una especie de permiso de bi-ritualismo, que solamente lo da Roma. [Como] un sacerdote que celebra en rito oriental y rito latino, es bi-ritual pero con permiso de Roma. O sea, hasta el día de hoy, los anteriores siguen pero un poco ordenados. Más aún, pidiendo que haya un sacerdote que esté encargado no solamente de la liturgia sino de la vida espiritual de esa comunidad. Si usted lee bien la carta y lee bien el decreto, va a ver que simplemente es reordenar constructivamente, con cuidado pastoral y evitar un exceso a quienes no están…”