Todos los enigmas sin resolver de la muerte del pequeño Julen

Los agentes creen que el dueño de la finca podría haber incurrido en un presunto delito de homicidio imprudente

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El periodista Javier Negre ha dedicado su 'Informe Negre' de esta semana a analizar todos los interrogantes que la Justicia y la Guardia Civil tendrán que aclarar sobre la trágica muerte de Julen al precipitarse a través de un pozo ilegal el pasado 13 de enero en la localidad malagueña de Totalán. 

El Juzgado de Instrucción número nueve de Málaga ha encargado una serie de actuaciones a la Guardia Civil para aclarar todas las circunstancias que posibilitaron la caída de Julen a través de esa prospección ilegal. 

El Seprona de la Guardia Civil ya ha realizado un informe sobre la ilegalidad del pozo y de las posteriores obras con maquinaria que allí se hicieron y que posibilitaron que la gran piedra que había usado el pocero para sellar el pozo se moviera y dejase el agujero al descubierto. Una trampa que acabó siendo mortal.

La Guardia Civil ha interrogado al pocero y al dueño de la finca y, según sus primeras averiguaciones, el pozo se abrió el 18 de diciembre. Al no encontrarse aguas subterráneas, el pocero lo cerró con una piedra. Días antes de la caída de Julen, el propietario de la parcela que es el novio de la prima del padre de Julen encargó allí la realización de unas obras. Los obreros metieron allí maquinaria para rebajar la montaña ganándole terreno, hicieron una explanada donde el dueño quería hacerse una casa y una zanja donde querían hacer un muro de contención para evitar que los desprendimientos de tierra de la montaña pudiesen caer sobre la casa.

Esa maquinaria provocó el movimiento de la piedra y Julen, segundos antes de caerse a través del pozo, estaba sentado en esa zanja a diez metros del pozo. Su padre estaba haciendo una paella, le perdió de vista unos segundos y cuando alzó la mirada vio a su hijo caer. Se acercó rápidamente para sacarlo de allí e incluso dijo que lo había escuchado llorar. Eso dijo en su segunda declaración ante la Guardia Civil. 

Negre cuenta que la Guardia Civil le ha informado es que el padre del pequeño Julen, lo que declaró, es que no había visto caer a su hijo. Tal vez le confundieron los nervios de los primeros momentos. El hombre está machacado y más aún teniendo en cuenta que la fatalidad ocurrió en una finca de un allegado que había cometido una serie de irregularidades que posibilitaron que Julen se cayese a través de ese pozo. 

Los agentes creen que el dueño de la finca podría haber incurrido en un presunto delito de homicidio imprudente penado con hasta 4 años de cárcel. Los agentes descartan una muerte intencionada. Creen que el dueño de la finca promovió unas obras ilegales que posibilitaron que se abriese aquel pozo y organizó un almuerzo familiar sin garantizar la seguridad de los asistentes, entre los que había varios niños pequeños como Julen.

Las fuentes de la investigación explican que no tienen tan clara la responsabilidad penal del pocero, que también va a ser llamado a declarar, puesto que éste cerró el pozo con una piedra, aunque resaltan que no fue la mejor manera de proceder y que le caerá una importante sanción administrativa. Los agentes quieren determinar si el dueño de la parcela era conocedor de que el pozo se encontraba abierto. A las posibles responsabilidades penales, se pueden unir las responsabilidades civiles si se persona la Abogacía del Estado y les exige los 2 millones de euros que se calcula que podría haber costado el rescate de Julen, así como las indemnizaciones a la familia si así lo exigen. 

Sorprendió, eso sí, que debajo del lugar donde estaba Julen había un relleno de tierra. El pocero había dicho que el pozo tenía 111 metros de profundidad. Y de repente se encuentran con ese relleno de tierra y con un relleno de cuarenta metros . La Guardia Civil maneja tres teorías: la primera, que el pocero cuando sacó los tubos con la broca que hizo el pozo desprendiese tierra;  la segunda, que el pocero hubiese engañado al dueño de la finca porque ellos cobran por metros y es habitual que hagan pozos con menos profundidad conscientes de que nadie los investiga; y la última, que como hicieron obras allí tirasen los escombros. Una de las cosas que más ha llamado la atención es que todavía los agentes no hayan encontrado restos de sangre de Julen en el interior del túnel

Según el informe preliminar de la autopsia, el niño falleció en el acto tras su caída de pie y libre por el pozo. Aquel golpe contra el suelo le generó varios politraumatismos que acabaron con él. La Guardia Civil le transmitió a la familia que Julen apenas había sufrido, lo cual puede ser un pequeño consuelo dentro de la tragedia sufrida.