El enorme gesto de solidaridad que tuvo Camilo Sesto tras representar "Jesucristo Superstar"

 

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La primera vez que oí hablar de Camilo Sexto fue a Antonio D. Olano, uno de los periodistas estrellas del diario PUEBLO, amigo de Picasso y Luis Miguel Dominguín, y agitador de la vida cultural de Madrid. Un día, cuando el cardenal Montini había ascendido al Papado como Pablo Sexto, un gamberro le preguntó a Antonio D.Olano si el cantante era hermano del Papa, y Antonio le envió a hacer puñetas. Tampoco recuerdo quién era entonces alcalde de Madrid o ministro de Cultura. Ni creo que Rafael Nadal, cuando con 19 años ganó el Roland Garrós, supiera quién era el presidente de la autonomía balear.

Tampoco pienso que Camilo Sesto supiera quién era el alcalde de Madrid, cuando terminó de representar Jesucristo Super Star, y la casa Guillette le ofreció 57.000 dólares por afeitarse la barba. Y se la afeitó, e hizo algo que nunca hubiera hecho un político: donó los 57.000 dólares a un asilo de niños abandonados.

Sí, lo cierto es que esta mañana, tras el agridulce domingo lleno de dos momentos gloriosos y un funeral, la mala obra de teatro de las elecciones me produce un interés tan intenso que tengo que ponerme la mano en la boca para no bostezar.