Luis del Val sobre Leguina y Redondo: “Una carta de servicios al socialismo difícil de emular”

Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en Joaquín Leguina y Nicolás Redondo:

Por fin, ya sabemos las claves de la derrota del PSOE en Madrid. Al agudo Pedro Sánchez, no se le escapa ni un matiz, ni un detalle, y los culpables del desastre son dos peligrosos sujetos, perfectamente identificados: Joaquín Leguina y Nicolás Redondo Terreros. El primero, ganó la presidencia para la Comunidad de Madrid por mayoría absoluta; y el segundo, conoció el destierro, cuando condenaron a su padre, Nicolás Redondo Urbieta, a salir del País Vasco, quien, además, renunció a ser el primer secretario general del PSOE en la Democracia, y le ofreció el cargo en bandeja a otro peligroso sujeto, un tal Felipe González.

Pedro Sánchez, con esa valentía que le caracteriza, con esa habilidad para propinar lanzadas a moro muerto, está dispuesto a expulsar del socialismo sanchista a estos dos perniciosos que ocultan el daño que pueden hacer con una carta de servicios al socialismo difícil de emular.

Además, Joaquín Leguina es dos veces doctor en Economía: por la Universidad Española, y tiene otro doctorado por la Universidad de la Sorbona, y esa es una afrenta inaguantable ante el doctorado del todo a cien en la Universidad de los chinos, que ostenta Pedro Sánchez.

La expulsión de Joaquín Leguina y Nicolás Redondo traerá un tiempo de paz y prosperidad en el PSOE, lleno de mayorías absolutas. Sólo falta añadir que se inicie el expediente de expulsión a Felipe González, que también ha criticado abiertamente a Pedro Sánchez, pero el coraje y la valentía del presidente del Gobierno no debe derrocharla, que un poco de prudencia tampoco viene mal.

Y voy a hacer una propuesta: creo que la vieja guardia socialista, y algunos veteranos de eso que con desprecio llaman los totalitarios “el régimen del 78” deberíamos organizar una comida en homenaje a quien se enfrentó al separatismo proetarra, y renunció a gobernar en el País Vasco, como Nicolás Redondo, y a quien, a través de su conducta y de una treintena de libros publicados, ha dado muestras de su manera de ser y estar, como Joaquín Leguina. Soy consciente de que tenemos una cierta edad, pero podemos hablar, podemos opinar y espero que el Gobierno no nos prohíba reunirnos en una fraternal y pacífica comida.

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