Del Val: "Con la nueva ley educativa, los jóvenes podrán hacer botellón la noche antes del examen"
Luis del Val muestra su preocupación por el desagradecimiento de los españoles hacia la clase política
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Comienza a preocuparme el largo y continuado desagradecimiento de los españoles con los políticos. Sus altas miras, su sacrificio para que seamos más felices, su esfuerzo en no regatear trabajo para que vivamos mejor, se deshacen y quedan en nada ante preocupaciones pedestres de andar por casa. Mira que Pedro Sánchez nos ha dicho que vamos a ser la envidia de Europa, y para ello lo mismo miente a unos que a otros, porque lo importante es el objetivo de que seamos felices, y estando concentrado en esta tarea suprema, viene la gente y le distrae con lo del recibo de la luz. O sea, vamos a ser la envidia de Europa, el país más prospero, y saltamos con lo del recibo de la luz. Vamos, es como si en la batalla de Lepanto, donde se decidía que los musulmanes no invadieran Europa, hubiera salido la tripulación, un poco antes de entrar en batalla, quejándose de que la cecina estaba demasiado salada. Me imagino que es desalentador. Debe ser desalentador que Pedro Sánchez, con la Ley Educativa que se va a poner marcha, favorezca el botellón, y los jóvenes no le den ni las gracias. Sí, fomentar el botellón, porque si se pasa de curso aprobando o no, si copiar en los exámenes no te priva de una beca, entonces esos meses de junio, donde decae la asistencia al botellón, pasarán a la historia, e incluso en la víspera del examen, se podrán celebrar botellones multitudinarios.
Y no te digo el desagradecimiento de los jóvenes ante el secesionismo catalán que, incomprensiblemente, provoca escaso entusiasmo. Y mira que les han informado de que si no tienen trabajo, o son bajitos, o pierden partidas en la play station es por no tener la independencia, pero los muy burros no hacen caso y siguen dando muestras de egoísmo. No digamos el pobre Pablo Iglesias, que dejó su vicepresidencia para salvar Madrid, no pudo salvarnos, y ahora nos quiere salvar con artículos periodísticos, y el último lo ha ilustrado con una pistola en la que se ven las siglas de PP y VOX, advirtiéndonos de que, si llegan al poder, nos matarán y, en lugar de producirse una reacción consecuente, la gente ni lo lee, ni se entera de lo que dice. Cualquiera hubiera entregado la cuchara ante tamaña ingratitud. Pero ellos, como los franquistas que siempre están recordando, son inasequibles al desaliento.