Del Val: "No van a permitir a los Reyes que hablen con nadie que no sea defensor del comunismo a la cubana"

El articulista de 'Herrera en COPE' tiene claro que este "Gobierno progresista" no dejará al Rey ni citar a la oposición al régimen castrista

Luis del Val

Publicado el - Actualizado

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Su mujer se llama Nelva. El pasado uno de octubre detuvieron a su esposo, José Daniel Ferrer, y pudo ver a su mujer pasados treinta y cinco días. Según narra ella, echándose a llorar, el cuerpo de su marido era como un saco de boxeo, lleno de hematomas en el tórax, las extremidades y el abdomen. Además de las torturas, duerme en una celda con un asesino de confianza de los carceleros, y que ha amenazado a José Daniel Ferrer con matarlo, cuando se canse de él. Todas estas atrocidades las cuenta hoy, en ABC, Susana Gaviña, que ha entrevistado a la atribulada mujer, y suceden en Cuba, al que este Gobierno progresista en funciones ha enviado al Rey.

Este Gobierno -que ya no sé si es progresista en funciones, o Gobierno en funciones progresistas- no le va a permitir a los Reyes que hablen con nadie que no sea un estricto defensor del comunismo a la cubana, que es como el arroz a la cubana, con torturas, pero con buena temperatura y sin tener que mandar a nadie a Siberia a morir congelado. La verdad es que resulta difícil en Cuba escuchar a alguien que se encuentre en la oposición al Régimen, porque, o bien han huido a Miami, o los han asesinado, o están encarcelados, en espera de que se mueran. Aún así, todo mandatario que se precie encuentra un hueco para poder recibir a alguien que sueña con una Cuba democrática. Pero a los Reyes de España este Gobierno progresista, no se lo permite. Hay un discurso mañana, que pronunciará el Rey, y sobre el que se albergan algunas esperanzas de que aluda a la libertad y a la Democracia, pero los discursos del Rey pasan por la censura del Ministerio de Asuntos Exteriores, y veremos de qué talante progresista está el señor Borrell esta semana, si lo tiene tan alto que cree que las dictaduras de izquierdas no son dictaduras, o si el sentido común que le suele caracterizar se impone, y la visita no es un apoyo a un régimen que tortura y asesina a los opositores desde 1959 del siglo pasado, cuando algunos éramos adolescentes y creíamos que el Che era un héroe, y no asesinaba de un tiro en la cabeza a un pobre campesino que quería volver a su aldea. 

Como dice en su último libro Chencho Arias, si el dictador es de derechas es un monstruoso dictador, pero si es de izquierdas puede ser un revolucionario, progresista, por supuesto. 

También deben ser muy progresistas los CDR que cortan la principal vía de comunicación por carretera de España con Europa, y que nuestro Gobierno en funciones progresista, o progresista en funciones, contempla con placidez, como si se tratara de unos chiquillos que han comprado bengalas, y Pablo Iglesias, futuro vicepresidente apoya y alaba. Nuestro ministro del Interior, tan progresista como el que más, lleva más de un día contemplando cómo los camiones frigoríficos gastan gasolina inútilmente para que no se les estropee la carga. Y, mientras los Reyes de España se retratan con los dictadores cubanos, José Daniel Ferrer, aguarda su penúltima sesión de tortura. No es Pedro Sánchez o el caos. Es Pedro Sánchez y el caos: viene todo en el mismo paquete. Progresista, por supuesto. 

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