Luis del Val: "No descarguemos la culpa sólo en los políticos, porque los hemos elegido nosotros"

El periodista recalca que, a pesar de lo que suceda hoy y el descontento de los españoles con los políticos, una parte de culpa es de quienes les votaron

Luis del Val

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Me parece que fue a principios del año 79, del siglo pasado, cuando Joaquín Garrigues Walker -un liberal culto, irónico e inteligente- publicó un artículo, en el diario El País, explicando que los políticos españoles no venían de Marte, sino que procedían de los padrones municipales, y que entre los alcaldes, y los diputados y los ministros, no se había dado el caso de encontrar a un sólo marciano.

El artículo lo publicó a raíz del hartazgo que parecía reflejarse en la sociedad española por la falta de entendimiento entre los políticos. Y me he acordado de aquélla observación, más de cuarenta años después, porque ahora parece que todos estamos de acuerdo en que no tenemos los políticos que nos merecemos, lo cual es falso, porque son estos políticos los que hemos elegido, y ninguno es marciano, y tan español como usted o como yo.

El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, que representa a muchas empresas, cuyo 80% de ventas se llevan a cabo en ciudades y pueblos donde se habla el castellano, ha decidido no responder a preguntas en castellano, invitando a que la tontería contemporánea se corresponda con otra, y los consumidores castellanos, ante esa grosería, decidan que los productos catalanes los compre el presidente de la cámara de comercio y su familia más allegada, eso sí, llevando a cabo las compras estrictamente en catalán. Por cierto, lo eligieron los empresarios catalanes, aunque de cada cien 96 se abstuvieron de ir a votar. Bueno, pues que no se quejen si les representa un individuo que posee la delicadeza de un patán.

Boris Johnson está dispuesto a marcharse de la Unión Europea sin pagar los 35.000 millones de euros, como si eso fuera hacer un simpa en un bar de barrio, un sábado por la noche. Lo pagarán, de su bolsillo, los empresarios cuando quieran vender sus productos a Europa, y lo pagarán en sus vidas los británicos que vayan al paro, cuando algunas de esas empresas cierren, pero la culpa no será sólo de Boris Johnson, que ya les mintió una vez, y vuelve a hacerlo, sino de quienes le votan, le aplauden y le rían las gracias.

Ignoro lo que sucederá hoy, porque ni siquiera lo sabe la señora de Pablo Iglesias, pero suceda lo que suceda, no descarguemos la culpa sólo en ellos, porque los hemos elegido nosotros. Y, si fuéramos otra vez a elecciones en noviembre, que no se quejen los millones de personas que no irán a votar, porque les puede pasar como a los empresarios catalanes, y que sea presidente de la Cámara de Comercio un individuo que podría ser marciano.

Pero no hay ningún marciano en las consejerías autonómicas, ni en el separatismo montaraz, ni en esos partidos políticos que, en realidad, son un club de fans de los asesinos de ETA derrotada. Todos españoles. Todos, incluidos los que no quieren serlo. Y, es triste reconocerlo, pero nos lo merecemos, porque les hemos elegido.