Luis del Val habla sobre la carta de Bustinduy: "Está muy enfadado con Israel"
Reflexiona el comunicador sobre la misiva y sus consecuencias
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Como la mayoría de ustedes ignora, existe un Ministerio que se denomina ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Ustedes, como yo, tenemos una idea aproximada de a qué se dedica el ministro de Interior, el de Exteriores, el de Transportes, etcétera, pero, si soy sincero, confieso que a mí me dicen que me van a nombrar ministro de la Agenda 2030, y lo primero que pregunto ¿eso qué es?
Así que pediría comprensión a mis queridos compañeros, que tanto critican a este ministro, de aseado curriculum académico, pero que me imagino que se debate en la confusión del objetivo ministerial y, por eso, les ha mandado una carta a las empresas que comercian con Israel para que le informen de lo que hacen y de lo que venden y compran.
El ministro, como ustedes se pueden imaginar, está muy enfadado con Israel, porque procede de Podemos, y fue un gran seguidor de Pablo Iglesias, en su lucha contra la casta. Había que luchar contra la casta que manda en España.
Pero, claro, el problema del ministro es que su padre fue ingeniero, su madre también fue ministra, ministra de Sanidad con Felipe González -por cierto, muy buena ministra-. Fue la primera mujer que entró en el Consejo General de la Abogacía, y de las pocas universitarias españolas que pasaron por Harvard. Su madre estuvo de consejera en Red Eléctrica, y percibió por sus consejos dos millones de euros.
En este ambiente de familia que pertenece a la casta, debe ser muy duro luchar contra la casta, y -repito- reclamo comprensión. Quizás sea menos comprensible que este joven ministro, tan preocupado por las decisiones de las empresas que comercian con Israel, no se haya informado que forma parte de un Gobierno que, el año pasado, autorizó 3.000 millones de euros para comprar gas a Putin -a pesar de las restricciones ordenadas por la UE- Putin, el que ha invadido Ucrania, el primero que bombardeó hospitales, y el que negoció, con el Cobarde Prófugo, el apoyo de soldados rusos, caso de que Cataluña se independizara.
Me imagino que, ahora que le informamos del gas ruso que compramos al invasor de Europa, en el próximo Consejo de Ministros, el ministro de la Agenda 30 les pida cuentas a sus compañeros de gabinete, y al presidente, de esta barbaridad. Hasta entonces, comprensión con el joven pardillo.
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