Luis del Val: "Habrá amnistía y los recursos que vayan al Tribunal Constitucional serán sedados"
El profesor centra su discurso en las negociaciones que mantiene Sánchez con los independentistas para ser investido presidente
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Creo que nos estamos equivocando todos, y las maniobras que está llevando a cabo Pedro I, el Mentiroso, no son para ser investido presidente del Gobierno, sino una primera etapa que le lleve a ser presidente de la III República Española.
Habrá amnistía, por mayoría simple en el Congreso, se amordazará al Senado, y los recursos que vayan al Tribunal Constitucional serán sedados, durante bastante tiempo, hasta que el polvo del camino que manche las togas, se convierta en barro fértil para comenzar los siguientes pasos hasta acabar con la Monarquía.
Pedro I, el Mentiroso, no le va a mentir al Prófugo, porque ya tiene un Gobierno que parece calcado del de la II República: socialistas, comunistas y separatistas, es decir, el renacido Frente Popular, en el siglo XXI. Supongo que, cuando ayer dijo Feijóo que respetaba al Prófugo, porque decía la verdad y no mentía, fue una de esas gallegadas que soltaba mi estimado Mariano Rajoy, y que a mí me hacían sonreír. Porque el Prófugo cometió la mentira más bellaca, más desleal y más infame, y fue, decirles a sus compañeros, después del golpe de Estado: “Mañana, nos vemos en el despacho”, cuando él ya tenía preparado el coche donde iba a huir en el maletero, como cualquier cobarde de manual.
Pero Pedro I, El Mentiroso, necesita al cobarde para la primera etapa, mientras va convirtiendo al PSOE socialdemócrata de la Transición, en un partido republicano revolucionario, como el PSOE de la insurrección de Asturias, de 1934, que se negó a aceptar la derrota en las elecciones. Creo que nos estamos equivocando, y que lo que nos parece una humillación servil ante un delincuente, no es sino un acuerdo implícito, donde coinciden en sus objetivos la ambición de los dos: el sueño de la III República.
Y, si ahora somos campeones en paro europeo, en riesgo de pobreza para uno de cada cuatro españoles, y cada día llegan casi mil emigrantes, y tenemos una deuda que pagarán nuestros nietos, da igual, porque cuando Pedro I, El Mentiroso, colme sus sueños y reciba en el Palacio de Oriente a los embajadores, como Presidente de la III República, no habrá pobres, ni bajitos, ni gordos, ni desempleados, porque habrá llegado el hombre providencial al frente de la III República. Y puede ser, porque va en serio.