Luis del Val: "El menor tendrá prohibido conducir un coche, pero podrá hormonarse, en un camino sin retorno"

Ya puedes escuchar la imagen de Luis del Val, en Herrera en COPE, de este jueves 16 de febrero de 2023

Luis del Val

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Ayer, leí en ABC la entrevista que Julio Bravo le hizo a Albert Boadella, y la confesión de éste sobre su pecado juvenil de haber asociado la zarzuela con el conservadurismo. Algo así como si los austriacos, para renegar de la generación que se había entusiasmado con Hitler, hubieran decidido aborrecer la opereta en general y Strauss en particular. Claro que, ahora, no faltan aspirantes a ser progresistas de izquierda, convencidos de que hay que aborrecer los toros, como si Miguel Hernández, Federico García Lorca o Pablo Picasso hubieran sido franquistas.

Así que me fui a los Teatros del Canal a ver su nueva obra, “Malos tiempos para la lírica”, y contemplar lo que había creado para hacerse perdonar. Y me encontré con el talento de siempre de Boadella; con una historia triste que, a su pesar, te provoca sonrisas, y donde la soprano María Rey-Joly y el tenor Antoni Comas, además de sus magníficas voces, demuestran una maestría teatral que les valió una ovación de varios minutos.

No sólo sales con ganas de contemplar y escuchar zarzuela; además, te produce miedo ese futuro, que ya es presente, de la domótica digital, y los robots mecanizados, que harán la vida más cómoda, y más fría e inhumana; y con el rechazo al feminismo giliflautas y discriminador; y con una reactivación de la rebeldía y del derecho a decir lo que piensas, sin la censura de lo políticamente correcto. Albert Boadella es un grande de la escena, y lo demuestra desde hace sesenta años.

Y esta mañana, cuando me he tropezado con las noticias, me he dado cuenta de que sus aportaciones surrealistas empalidecen ante el surrealismo de quienes pretenden que el aborto sea una moda más que un derecho, y que un menor de edad, cuando no sabe muy bien si se ve, en el futuro, como prima ballerina interpretando “El lago de los cisnes”, o como corredor de motos de 500 centímetros cúbicos, pueda decidir su cambio de sexo. El menor tendrá prohibido conducir un automóvil, pero podrá hormonarse, en un camino sin retorno y de graves consecuencias. El gran talento de Boadella tiene un enorme rival, ante unas leyes que se basan en el triángulo más peligroso del mundo: la ignorancia, la soberbia y la estupidez.