Luis del Val: "Que nadie sufra, tranquilos, que la amnistía no está en peligro y habrá investidura"

El profesor da por hecha la investidura de Sánchez, y es que considera que unas nuevas elecciones no dejarían bien parados ni al PSOE ni a los indepnedentistas

Luis del Val

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En lugar de ponerle los cuernos a cencerros tapados, Pedro I, El Mentiroso, le puso los cuernos al Cobarde Prófugo con la trompetería de la foto de Bolaños y Junqueras, a través de la cual se enteró toda España. Espero que Santos Cerdán, cuando reciba las quejas del Cobarde Prófugo, seguirá la tradición de las esposas a las que el marido sorprende en la cama con otro, y dirá “No es lo que parece”. Y tendrá razón, porque en España ya nada es lo que parece, y los Abogados del Estado, que hace dos años informaron que las amnistías no eran posibles, puede que ahora emitan un dictamen donde digan todo lo contrario, por lo que propongo que los Abogados del Estado -prestigioso Cuerpo, hasta la llegada de Pedro I, El Mentiroso, al Gobierno- se pasen a denominar Abogados del Gobierno, o Abogados Dependientes del Gobierno, o Abogados a las Órdenes del Gobierno, y ya está.

Si los cuernos no se disimulan y se reparten fotografías e incluso detalles del acto, como la cesión de los ferrocarriles y los 15.000 millones de euros, resulta ridículo que nos pongamos a disimular en otros aspectos. De todas formas, que nadie sufra, porque la Amnistía no está en peligro y habrá investidura. Tranquilos. Si se repitieran elecciones, al Cobarde Prófugo le iría peor que al corneador Oriol Junqueras; a los socialistas catalanes, también, y a los socialistas del resto de España, veremos a ver qué votante, denigrado en cualquier autonomía que no sea la catalana, le van a quedar fuerzas para votar a los promotores del saqueo.

Tranquilos, fuera nervios, que hay investidura. Ya sólo falta amnistiar a la familia Pujol: al padre, Jordi Pujol i Soley, a los siete hijos, y la madre que los parió, doña Marta Ferrusola i Lladós. Sí, llevaban dinero a los bancos de Andorra, pero para organizar la reconquista de la pobre Cataluña, sometida al invasor. Al juez Llarena, el magistrado que presidió la sala que juzgó y condenó a los futuros amnistiados, en una vista ejemplar, ya ha visto que sus sentencias duran tanto como una foto del Rey en manos de los terroristas del CDR. De momento, como todavía están algo blandos hasta que se resuelva la investidura, parece que al juez Llarena no le van a meter en la cárcel. ¡Ah! Y los que trataron con los servicios secretos de Putin, el invasor de Ucrania, también quedarán libres. Hay barra libre, que invita Pedro.

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