Luis del Val: "Rafael Ribó ensucia con su sectarismo la institución del Defensor del Pueblo de Cataluña"

Luis del Val

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Las listas de espera para una intervención quirúrgica en Cataluña, son las más largas de España. Los secesionistas en el Gobierno, intensamente preocupados para que Cataluña sea la primera en todo, han logrado este éxito incomparable. En cualquier parte del territorio español te atiende un médico antes que en Cataluña. Pero el defensor del pueblo de Cataluña, don Rafael Ribó, entusiasta secesionista, ha presentado un informe en el que la Sanidad Catalana es modélica. La culpa no es del sistema sanitario de la Generalitat: la culpa es de los enfermos. Según Rafael Ribó, hay personas de otras regiones que vienen a Cataluña a operarse. Pero vamos a ver, si es el lugar de España -con perdón, señor Ribó- donde más tiempo hay que esperar para que te metan en un quirófano, ¿qué ocurre? ¿Que a la gente le gusta hacerse vieja y que avance la enfermedad, y se desplaza a Cataluña a ver si hay suerte y se muere antes de que le operen?

Don Rafael Ribó tiene una sólida preparación intelectual, pero su sectarismo secesionista es mucho más sólido hasta llegar a la dureza de la piedra berroqueña.

 A don Rafael le parece bien que los turistas vayan a Cataluña, ocupen los hoteles, tomen el sol en la playa, coman en los restaurantes, compren en las tiendas, etcétera. Pero lo que a don Rafael le parece una grosería es que estos mismo visitantes, cualquier día, se pongan enfermos, y en lugar de pagar la cuenta del hotel, y marcharse a su región a que les atienda el sistema sanitario de su comunidad de origen, ya que están allí pretenden usar la sanidad catalana.

 A don Rafael le parece bien que un matrimonio jubilado de Zaragoza, con un buen pasar gracias a unos pequeños ahorros, disfrute del apartamento que compraron hace tiempo en Salou, y lo ocupen cuatro o cinco meses al año. Le parece bien, que esté o no esté el apartamento ocupado, paguen la luz, el agua, los impuestos y arbitrios municipales y, sobre todo, el Impuesto de Bienes Inmuebles anual. Eso está bien. Pero a don Rafael le parece un desafuero que ese contribuyente a la riqueza de la región catalana, tenga la pretensión de acudir a un médico, porque tiene fiebre. Y este es el Defensor del Pueblo, del pueblo secesionista, que son los que le caen bien a don Rafael, que no está en el puesto por los 10.800 euros mensuales que le paga la Generalidad con dinero del pueblo, sino para que la discriminación y el sectarismo llegue también a una institución que se creó para defender a los más débiles, y que don Rafael Ribó ensucia con su segregación y su fanatismo.

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