Luis del Val recuerda lo que sucedió con Rita Barberá tras la imputación de Mónica Oltra
Ya puedes escuchar el comentario de Luis del Val de este viernes 17 de junio de 2022
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Casi una docena de funcionarios y empleados de la vicepresidenta Mónica Oltra, pueden ser llamados a declarar, presuntamente acusados de encubrir un delito o de entorpecer su investigación. Según el artículo 451 del Código Penal podrían ser condenados a penas de seis meses a tres años de cárcel. Supongo que acudirán ante el juez, tratando de complacer a su jefa, pero su jefa podría ser liberada del delito de encubrimiento, porque el Código Penal es muy comprensivo con los cónyuges de los condenados, y no los considera encubridores. Es decir, que podría darse la paradoja de que la presunta instigadora del encubrimiento saliera libre y sólo se le pudiera acusar de prevaricación. Me imagino que la Generalidad Valenciana, generosa con sus empleados y funcionarios, les prestará sus abogados, pero lo que no tengo claro es si los abogados defenderán los intereses de los empleados o los de sus jefes.
Mónica Oltra pide presunción de inocencia para ella. Mónica Oltra no se la concedió a Francisco Camps: me cuentan que llevaba una camiseta cuyo mensaje era “Francisco Camps. SE BUSCA. Preferentemente vivo”. Y Mónica Oltra y el presidente Puig participaron en el linchamiento moral más cruel, más vergonzoso, más cobarde, más denigrante y más indigno que se recuerda en toda la Unión Europea. Mónica Oltra a lo peor pretende que sus empleados hagan la ola a la jefa, que puede que dentro de poco ya no sea la jefa.
A algún empleado le temblarán las piernas, y las fichas de dominó pueden perder la verticalidad, porque nadie aspira a ser el más tonto. Presuntamente por supuesto. Esa presunción de inocencia, que estos que venían a dar lecciones de moral, no tuvieron con Rita Barberá hasta que la mataron. La misma indecente conducta del ministerio de Igualdad con una niña, acosada por su tutor, ignorada por su centro de acogida, empujada por todo el poder de una autonomía, a la que jamás han apoyado, ni se han interesado, ni le han dicho te creo hermanita, porque la indecencia consiste en aplicar la decencia al enemigo político y saltarse la propia.
Valencia ya llegó altas cotas de asco con el linchamiento de Francisco Camps, pero puede que aquella niña menor de edad vuelva a poner en primer plano a tanto indecente como puebla y manda en España.