Luis del Val: “Quienes ayudan a formar fanáticos son esos imanes cobardes que nunca empuñan la bomba"

Habla el profesor del asesinato de un sacristán en Algeciras

00:00

Luis del Val

Publicado el - Actualizado

1 min lectura

Espero que los tontos de guardia que a estas horas están redactando la advertencia de que tengamos cuidado, no vayamos a demonizar la religión musulmana, guarden silencio durante 24 horas, porque el horno de la indignación no está para cocer bollos de estupidez. Es cierto que judíos, cristianos y musulmanes, nos hemos matado con el mismo entusiasmo con que lo hicimos entre católicos, protestantes y calvinistas, pero las guerras de religión terminaron hace ya cuatrocientos años, si no recuerdo mal. Hace muchos menos años, a finales del siglo XX, unos imanes pensaron que, si el Islam no tenía la influencia que tuvo era a causa de haberse reblandecido. Y que, volviendo a las raíces, el Islam estaría en condiciones de tomar Viena y hacerse dueño de Europa, como estuvo a punto de suceder. Y de aquellos polvos grandilocuentes, vienen estos lodos ensangrentados, que hoy tienen como víctima mortal a un humilde sacristán, asesinado por un fanático. No un lobo solitario. Un lobo fanático que procede de una manada, que le ayudó a aceptar que asesinar a un ser humano es grato a los ojos de Alá.