Del Val: “Que un ministro del Interior, con el poder que dispone, se enfade con un ciudadano es peligroso"
Que un ministro del Interior, con el poder del que dispone, se enfade con un ciudadano, si no se sabe dominar, puede ser peligroso
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Las andanzas del ministro del Interior Grande-Marlaska son las son las protagonistas de la imagen del día de Luis del Val en "Herrera en COPE".
ESCUCHA AQUÍ LA IMAGEN DE LUIS DEL VAL EN 'HERRERA EN COPE'
El ministro del Interior creyó que seguía siendo juez, cuando le ordenó a un coronel de la Guardia Civil que las investigaciones que estaban llevando a cabo sus agentes le fueran contadas o remitidas. El honesto coronel, cumpliendo las ordenanzas de que las pesquisas sólo pueden ser remitidas al juez Instructor, se negó, y el ministro de Interior destituyó al coronel Diego Pérez de los Cobos, una acción donde quedaron retratados ambos y sus cualidades: el coronel honesto que no acepta presiones, y el ministro de Interior que se muestra débil y subjetivo ante las emociones de las que somos presas todos los humanos. Pero claro, que usted o yo, nos enfademos con alguien no tiene importancia, pero que un ministro del Interior, con el poder del que dispone, se enfade con un ciudadano, si no se sabe dominar, puede ser peligroso.
Bueno, pues el peligro avanza, y el Gobierno social-comunista pretende que las investigaciones llevadas a cabo por policías y Guardia Civil cuyo destinatario es el juez instructor, sean derivadas a la Fiscalía y a las jerarquías del ministro del Interior. Desaparece el juez instructor, se encarga de ello un subalterno de la Fiscal General del Estado, antigua ministra de Justicia, Dolores Delgado, que mientras fue ministra la reprobaron dos veces por el Congreso de los Diputados y una, por el Senado. Es decir, que si a usted le investigan, y le intervienen los teléfonos, sabrán de las pesquisas, no solamente los policías encargados del caso, sino la Fiscal General y el Ministro de Interior, y por el camino, comisarios, delegados y subdelegados del Gobierno, y cualquier jerarquía que tenga curiosidad.
Me imagino una comida en la que estuviesen Dolores Delgado, Fiscal General del Estado, su amigo Baltasar Garzón y el ministro del Interior, Marlaska, en lugar de Villarejo, que ya no es útil a la causa.
Un juez expulsado por prevaricador; una fiscal general amiga del Gobierno, y un ministro del Interior que se ha olvidado que fue un buen juez y ha derivado en un ministro del Interior que miente. La conversación de ese trío se podría titular “Sálvame”, pero Sálvame del Estado Policial que el Gobierno social-comunista pretende implantar.