Luis del Val: "A este PSOE ya no lo conocen ni los padres que lo engendraron"
"Otro que debe estar muy satisfecho es el alcalde de Parla, que le ha quitado el nombre de Lope de Vega a un edificio histórico, y lo ha sustituido por el de Almudena Grandes"
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Suceden cosas muy raras: los jugadores de la selección se pasaron dos horas jugando como suelen hacer los equipos, cuando van ganando dos cero y faltan diez minutos para que termine el partido, es decir, procurando no soltar la pelota y esperar a que pase el tiempo. Pues después de este disparate, y ser apeados por un equipo, que parecía la Real Sociedad de los sesenta y su famoso cerrojo, han dicho que están muy satisfechos.
Otro que debe estar muy satisfecho es el alcalde de Parla, que le ha quitado el nombre de Lope de Vega a un edificio histórico, y lo ha sustituido por el de Almudena Grandes, recientemente fallecida. No tiene suerte la escritora en los halagos póstumos. En el homenaje que se le dedicó en Madrid, acudió el presidente del Gobierno, y en lugar de ajustarse a lo tradicional -alabar la figura y obra de la homenajeada- habló de sí mismo, como tiene costumbre, y fue donde declaró que él pasaría a la historia, entre otras cosas, por desenterrar a Franco.
No lo hizo con mala intención, porque Pedro I, El Mentiroso, padece de soberbia incontinente, como otros sufren de incontinencia de orina, pero en el caso de Parla sospecho si el alcalde le tiene manía al director del Instituto Cervantes, porque el excelente poeta, viudo de la escritora, se vio obligado a asistir a la ceremonia del cambio de nombre. Luis García Montero, además de buen poeta, es catedrático de Literatura, lo que quiere decir que, aunque el alcalde de Parla no sepa quién fue Lope de Vega, el director del Instituto Cervantes lo sabe perfectamente. Más aún, Cervantes, que da nombre al Instituto, le tenía envidia a Lope de Vega por el éxito en el teatro que Cervantes nunca alcanzó.
Y se corre el peligro de que por las 44 sedes del Instituto Cervantes, repartidas por todo el mundo, se llegue a murmurar que el director del Cervantes quita el nombre de Lope de Vega para poner el de su mujer fallecida, cuando es culpa del alcalde de Parla. En España suceden cosas muy raras, y al socialista Joaquín Leguina, el más votado socialista en Madrid, lo expulsan del partido. Claro que a Nicolás Redondo Terreros, hijo de Nicolás Redondo Urbieta, también lo quieren echar.
A este PSOE ya no lo conoce, ni la madre que lo parió, ni los padres que lo engendraron.