Luis del Val: “Hace 20 años brilló el canibalismo político sobre los despojos como no lo había hecho nunca”
El recuerdo del profesor de los atentados del 11-M en Madrid centrado en el comportamiento de los partidos políticos, del PP y el PSOE
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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en el comportamiento de los partidos políticos, PP y PSOE, tras los atentados del 11-M en Madrid, cuando se cumplen 20 años de la tragedia:
Son las nueve y …. minutos de la mañana, y la presidenta del Congreso, Francina Armengol, no ha dimitido. Pero, hoy, la mirada está unos centenares de metros más abajo, en Atocha, en esa inmensa nube de tristeza y dolor que dejó el terrorismo, hace veinte años. Y ocurrieron dos hechos que siguieron caminos opuestos.
De un lado, la solidaridad del pueblo de Madrid, más rompeolas de España que nunca, la generosidad de médicos, sanitarios, policías, y anónimos ciudadanos, que se desprendían de sus prendas para tapar la sangre que envolvía los cuerpos de las víctimas…
Y, de otro, el despreciable instinto carroñero de los políticos, que sacan provecho de los muertos, que no piensan en el dolor que se extiende entre las familias y los amigos de las víctimas, y maquinan cómo beneficiarse y explotar la situación. Los animales carroñeros cumplen con su instinto, y ayudan a limpiar el medio ambiente, pero el político, teóricamente indicado para trabajar en beneficio de la sociedad, se lanza sobre las vísceras calientes, y maniobra para rentabilizar la tragedia que no le sume en dolor, sino en cálculos.
Desde siempre, los partidos políticos han culpabilizado de los muertos del terrorismo al partido rival, y parecía que se lanzaban palabras, pero se lanzaban ataúdes que no eran suyos, sin acordarse de las lágrimas de las familias. Lo han hecho siempre, pero hace 20 años brilló el canibalismo sobre los despojos como no lo había hecho nunca.
El PP por prolongar la duda sobre ETA, aunque se redimió, cuando a partir de las siete de la tarde el ministro Acebes fue proporcionando, minuto a minuto, los detalles que apuntaban al yihadismo. Y el PSOE, convirtiendo el luto en bandera electoral, y al grito de “merecemos un Gobierno que no nos mienta” celebrar la victoria, tres días más tarde. Ninguno visitó un tanatorio, porque tenían que ir a rodear la sede del PP en la calle Génova.
Hoy, Pedro I, El Mentiroso, asistirá al homenaje a las víctimas. Él es un carroñero retrospectivo, y prefiere los cadáveres que ya se han quedado en los huesos, los fusilados de hace más de 80 años, eso sí, siempre que sean de uno de los bandos, porque su sectarismo va más allá de la muerte. Y, por si acaso, hoy no ha invitado al acto al jefe de la oposición, porque para él solo hay una España: la que él representa. No me agrada maldecir, pero malditos sean los políticos carroñeros.