Luis del Val: “Es imposible que alguna de las propuestas del Senado no fuera razonable y beneficiosa"

Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado

Nos están quitando tantas cosas en este 2020 que, incluso, nos han quitado la celebración del Día de la Salud. Porque todos los años, el 23 de diciembre, al día siguiente de la celebración del Sorteo de Navidad, celebrábamos con gran consuelo generalizado el Día de la Salud, diciendo que lo importante es la salud, después de comprobar que no nos había tocado ni siquiera la más humilde pedrea. Y esta amplia cofradía, que encabeza el periodista de ABC, Luis Ventoso, al que jamás le tocó ni siquiera el reintegro, se ha quedado muda, porque hablar de la salud con el covid vigente, latente y letal, vendría a ser algo así como hablar del silencio en una charanga o de sinceridad en una rueda de Prensa del Gobierno.

Ya sólo nos falta que nos quiten la Esperanza, esa que se quedó al fondo de la caja de Pandora, y que ayer sufrió un hachazo más en el Senado, al hacer más profunda la brecha entre dos Españas que pretenden que nos odiemos. Porque en el Senado se habían presentado un montón de enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado. En el Senado están representadas 52 circunscripciones electorales, desde las grandes como Madrid, hasta las pequeñitas, como Soria, y de cada una de ellas salen cuatro senadores, amén de la representación de las 17 autonomías. Bueno, pues las docenas y docenas de senadores que presentaron enmiendas, deben ser todos tontos, torpes o incapaces, porque ninguna de sus propuestas era acertada, ni siquiera en parte. Nada. Ni una coma. O bien, la trinchera es tan profunda que, por muy razonable que sea la propuesta, si el proponente no pertenece al Frente Popular que nos gobierna, no merece la pena ni siquiera de molestarse en leerla. Se podían haber ahorrado la convocatoria. Es más, podrían cerrar también el Congreso de los Diputados, y que gobiernen por Decreto hasta que las olas de la deuda lleguen por la carretera de La Coruña hasta el Palacio de la Moncloa.

Mienten siempre. Y cuando dicen que tienden la mano, mienten con acrimonia, porque es imposible que alguna de las propuestas del Senado no fuera razonable y beneficiosa para los españoles. Pero perdón, sólo cuentan los españoles que votan al Frente al Popular. Ayer se demostró.

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