Luis del Val: "Sánchez estrecha la mano del amigo íntimo del que puso la bomba que iba a matar a Madina"

Luis del Val pone el foco de La Imagen del Día de 'Herrera en COPE' en el atentado que sufrió Eduardo Madina el 19 de febrero de 2002.

Era un martes lluvioso. Y por mucho que te digan que estás amenazado, y que revises los bajos del coche por si hay algún elemento extraño, Eduardo Madina llegaba algo tarde a trabajar, y ponerse de rodillas sobre el suelo mojado se le antojaba una incomodidad de la que podía librarse. Puso su automóvil en marcha y, al poco, estalló la bomba que los asesinos de ETA habían colocado la noche anterior. Sufrió graves heridas, de las que logró sobrevivir, pero perdió una pierna a la altura de la rodilla.

El diario Gara, dirigido por Merche Aizpurúa, órgano oficioso de los terroristas, publicó que el acto había sido reivindicado por ETA. En el diario GARA los asesinatos e intentos de asesinatos se denominaban actos. Eso fue en 2002. Doce años más tarde, en 2014, Eduardo Madina compitió con Pedro Sánchez por la Secretaría General del PSOE. Venció el entonces Pedro Sánchez, que todavía no había acuñado méritos suficientes para ser denominado Pedro I, El Mentiroso, y Eduardo Madina fue retirándose poco a poco de la política para dedicarse a la empresa privada donde, debido a su excelente preparación, siempre ha ocupado cargos de alta responsabilidad.

La vida sigue y, nueve años después, podemos ver, en una fotografía del diario El Mundo, el encuentro entre Gorka Elejabarrieta, saludando con alegría a un Pedro I, El Mentiroso, mientras al fondo, risueña y feliz, es testigo del encuentro Merche Aizpurúa.

El reparto se resume así: Pedro I, El Mentiroso, estrecha la mano de Elejabarrieta, amigo íntimo de Alex Akarregui, que puso sus manos en la bomba lapa que iba a matar a Eduardo Madina, y cuya acción ETA reivindicó en las páginas del periódico que dirigía Merche Aizpurúa. Los tres son progresistas: la ex directora de Gara, el sospechoso de estar en el comando del asesino, y Pedro I, El Mentiroso, en amistosa relación con quienes quisieron matar a su antiguo compañero y rival socialista.

Y todos han progresado. Son senadores, diputados y presidentes de Gobierno. No conozco a Eduardo Madina e ignoro lo que pensará. Yo solo pienso en que cada vez sé algo más de lo que significa ser progresista. Y que si esas son las bellaquerías y servidumbres que se exigen, creo que no poseo ni vocación ni aptitudes para ser progresista de nómina.