Luis del Val, sobre los nuevos ministros: "Los valoraremos por sus actuaciones, no por su sexo ni por su edad"
Porque "si la juventud fuera una virtud intrínseca en la política" dice el profesor, "no habríamos visto a Sánchez correr detrás de Biden"
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en los nuevos ministros del Gobierno de España:
[ESCUCHA AQUÍ LA IMAGEN DEL DÍA DE LUIS DEL VAL EN "HERRERA EN COPE"]
"Hubo un momento, cuando el presidente del Gobierno, insistía tanto en que el actual equipo era más joven que el anterior, que llegué a pensar si estaría hablando del equipo olímpico en lugar del equipo ministerial. Desde luego, para un equipo deportivo la juventud es un aspecto positivo, pero es la primera vez que se aplica con tanta insistencia sobre un grupo de personas dedicadas a manejar ministerios. Si la juventud, en la política, fuera una virtud intrínseca, no hubiéramos visto a un Pedro Sánchez -que no ha cumplido los cincuenta años- corretear, como aspirante a perro faldero tras un Joe Biden que, dentro de cuatro meses, se convertirá en octogenario. Si eso fuera verdad, habría sido el octogenario quien habría asaltado a quien no será cincuentón hasta el año que viene.
Asimismo, otro de los aspectos que se me antoja vacuo e irrelevante, es el sexo de los ministros, porque lo más parecido a una ministra tonta contemporánea es un ministro tonto contemporáneo, y en la densidad de tontería personal no tiene nada que ver el sexo. Ya sé que la defenestrada Carmen Calvo hablaba de discriminación positiva. Pero la discriminación es discriminación y no puede ser positiva, como la urgencia no puede ser lenta, ni el dolor placentero. El dictador Franco llamó a su democracia orgánica, porque no era democracia, si hubiera sido democracia no hubiese precisado de apellidos.
Si queremos una sociedad de personas libres e iguales, debemos evitar la discriminación. Tan absurdo es presumir de un gobierno compuesto de personas jóvenes, como enorgullecerse de que todos han cumplido los sesenta y cinco años. Y lo malo no es que les haga un mal servicio a los recién nombrados, por sospechar que están ahí más que por su talento por ser mujeres o por ser jóvenes -o las dos cosas a la vez- sino que, desde una alta instancia, como es la presidencia del Gobierno, se estimula esta discriminación. Serán sus actuaciones las que sirvan para valorarlos, no su edad o su sexo. Y, de los que quedan, ya sabemos su gradación o ausencia de tontería contemporánea, que, por supuesto, no tiene ninguna relación ni con sus genitales ni con la cantidad de fiestas de cumpleaños celebradas hasta ahora".