Katharine Birbalsingh, la directora de una escuela en Gran Bretaña que hace brillar a los alumnos

María José Navarro, en la 'Historia del Día' cuenta cuál es el método de esta directora para que los alumnos tengan éxito

Redacción Herrera en COPE

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En la mejor escuela de toda Gran Bretaña se hace lo que dice la directora. Si es la mejor escuela de toda Gran Bretaña, podemos afirmar que es una de las mejores del mundo, ¿verdad?

Pues en esa escuela se hace lo que manda la directora, que es una señora muy brava que se llama Katharine Birbalsingh y que ha hecho de su estilo inflexible una marca personal y muy exitosa.

Resulta que esa escuela está en una de las zonas más vulnerables de Londres y que ha logrado que, a base de hacer obligatorios los buenos modales, el respeto a los padres y tutores y la prohibición estricta de usar móviles y tablets, obtiene unos resultados académicos envidiables entre sus alumnos. Y además está prohibido también hablar en voz alta en los pasillos, es obligatorio levantarse cuando un maestro llegue a las clases, aplaudir a los maestros y acudir con la vestimenta impecable.

Así que, con la postura inflexible de esta señora, esos alumnos salen directamente para ingresar en la élite de las universidades desde un colegio gratuito situado en una zona pobre. Hace unos meses vino a España y ya demostró que es dura de pelar.

"Si hacemos todo para mantener a todo el mundo contento, lo que hagamos va a ser equivocado. Hay que tener el carácter para poder pararse y soportar que a la gente no le caigas bien. Los papás se quejan, a quién le importa. Mi puesto es que tú vienes a mi escuela y se hace lo que se dice en la escuela".

Katharine Birbalsingh es inmigrante. Nació en Nueva Zelanda, de madre jamaicana y de padre indonesio.

Estudió Filosofía y Lenguas Modernas y siempre quiso enseñar. Enseñar así: sin ser indulgente, sin perder el control y sin dejar que los padres se den por vencidos. Y resulta que, lo que ha hecho esta mujer de 51 años, es decir, volver a las esencias, la ha convertido en la nueva representante del “progresismo educativo”. ¡Cosas veredes, amigo Sancho!