Los alumnos de Marina, profesora en Granada, la ponen a prueba en clase y lo que ocurre llama mucho la atención: "Fíjense"

¿Cuál es la profesión que mejor se paga en el mundo? ¿Y la más necesaria? Porque puede que coincidan y se den las dos circunstancias en una. O no. Yo calculo que el artificiero que sabe qué cable tiene que cortar de la bomba nuclear cobrará un pastón. Porque, además, y esto lo hemos visto en las películas, encima tiene que tener el pulso tan firme que podría entrar en una tienda de panderetas y robarlas todas sin que se oiga ni mijita.

Y, sin embargo, fíjense, igual hay profesiones en las que no nos fijamos mucho, que las damos por supuestas, que no le echamos mucha cuenta y que nos ayudan a vivir a diario. Y a lo mejor no cobran mucho, ni llevan un uniforme blindado, pero manejan material altamente explosivo.

La Seño Marina es una de esas personas que manipulan todos los días productos inflamables. Todos los días, en el Colegio “Nuestra Señora de la Consolación” de Granada (un colegio concertado gratuito) tiene en sus manos unas cuantas joyitas. Y se sabe sus nombres, los de todos los niños, sin necesidad de verlos, de espaldas y sin mirar.

Uno a uno, por detrás, va saludando a la Seño Marina y ella sabe perfectamente, solo por sus vocecillas, quien la está interpelando.

La Seño Marina es una de esos tantos maestros que educan diariamente a nuestros chiquillos. Los dejamos en la puerta y a otra cosa. Ahí dentro, en el cole, se refugian en un mundo que les va a empujar a ser mejores, mayores, y todo gracias a un señor o una señora que rara vez se da importancia.

“Tienes más vacaciones que un maestro”. Lo habrán oído, ¿verdad? Pocas parecen cuando se cae en la cuenta de su labor: triscar entre ciudadanos bajitos, llorones, indefensos, cansinos, pesaos, con fiebre, con aparato y, después de todo eso, conseguir que vuelvan sin daños a sus casas..

Sirva esta historia para agradecerles todo aquello que se nos olvida que hacen los maestros.

El sueldo del que corta el cable rojo de la bomba nuclear se merecen...

Un profesor universitario pide un ejercicio a sus alumnos y esta es la 'trampa' que les cuela para detectar si usan iA: "Funciona"

Hace un tiempo, Navarro dio voz a otro gran profesor. En este caso, de la época universitaria. Tuvo una gran idea.

Piense en una canción bailonga. “Never gonna give you up”, por ejemplo.

Antes de que a Vd se le vayan definitivamente los pies, déjeme que le cuente la historia de Fran García, Francisco José García Ull, que es profesor universitario en Valencia. Está acreditado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, o sea, que es fetén en lo suyo y que se las sabe todas.

Resulta que ha ideado un truco definitivo para saber si sus alumnos utilizan la Inteligencia Artificial en los trabajos. Resulta que Fran añade un texto oculto que queda incluido en otro sin que se vea a simple vista. Pero ChatGPT sí que lo lee y lo mete cuando le pides cualquier acción. Pero el alumno no lo detecta. Fran, selecciona el fragmento y ahí aparece ese anzuelo que este docente usa como artimaña y que a él le funciona.

En un texto sobre el “blockchain”, el libro de contabilidad compartido que facilita el proceso de registro de transacciones y seguimiento de activos de una red empresarial, uno de los mayores expertos se llamaba Rick Astley. Sus alumnos no sabían quién se escondía detrás de ese nombre, pero Vd y yo, somos expertos.

¿¿¿Pero cómo que si sabemos quién es Rick Astley?? De algo nos tenía que servir tener más años que un escalón, ¿a que sí?