La dramática escena que presencia un joven en Málaga y que marca su vida para siempre: "Se bajó del coche"

Una mujer estaba mirando el otro día lo que ocurría encima de un puente de una Autovía en Málaga. Sus reacciones van aumentando hasta la angustia.

No les voy a mentir. Encima de ese puente de una Autovía en Málaga, había una señora intentando tirarse. Hasta que apareció Sergio Cuberos. Sergio se bajó de su coche y comenzó a hablarle, a tratar de convencerla de que abandonase su deseo. Quería agarrarla, pero le era imposible sin que alguien ayudara.

Y ese punto de apoyo se llama Manuel Rodríguez.

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Y ahí, entre los dos, pudieron evitar lo que parecía inevitable. No paró mucha gente, la verdad. Pero pararon los que quisieron ocuparse, los que no miraron hacia atrás, los que dejaron lo suyo a un lado para dedicarse a una desconocida.

Esta historia es para darle las gracias a Sergio y a Manuel, que ya se han hecho amigos, claro.

Y para que esa mujer aproveche los abrazos y las segundas oportunidades. Que muchas veces, créanme, resultan mucho mejores que las primeras.

Le toca la lotería, reparte el premio entre sus vecinos de un pueblo de Málaga y así le afecta 14 años después

Hay otra noticia que nos trasladó María José Navarro en su 'Historia del Día' y que se producía, precisamente, en Málaga. 

Pepa, lo que quería, era tapar agujeros. Pues como casi todo el mundo al que te toca la lotería. Cargarse la hipoteca, ayudar a los hijos, quizá darse un caprichito. Tapar agujeros. Lo que pasa es que Pepa, Josefa Andrade, lo que quiso fue tapar los agujeros de los demás. Y lo que le tocó en la lotería, lo repartió entre la gente de su pueblo, Benadalid, en Málaga.

Esa es Pepa, a la que le cuesta un poquito oír bien, pero a la que le sobra la alegría. Ahora tiene 93 años. Cuando tenía 79 le tocaron 60.000 euros en la Lotería. Pero decidió que, cuando uno tiene suerte, lo mejor que puede hacer es repartirla. Así que, a uno le pagó el arreglo de la boca, a otro le dio un dinerillo para pasar un agobio...

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Le toca la lotería, reparte el premio entre sus vecinos de Málaga y así le afecta 14 años después

Pepa se ganó el cariño de todo su pueblo que, desde entonces, tenía la sensación de que le debía algo. La quieren mucho a Pepa, porque encima es para comértela, pero faltaba algo. 14 años después de aquel gesto, Benadalid la ha convertido en el cartel de sus fiestas en honor a San Isidoro.

Y ahí ha estado, dibujada con su vestido de lunares y su flor en la cabeza, con su abanico, y rodeada de vecinos. Porque Pepa siempre ha sido el alma de las fiestas y no se ha perdido un sarao, pero este año, este año ha sido Pepa mucho más que eso. Ha sido la imagen de esa gente que quiere que sea, no solo su propia alegría, la que la rodee, sino la de los demás.

Pepa es el verdadero premio.