La iniciativa de Francisco por Navidad, el monje cisterciense que decidió vivir en pobreza y dedicar su vida a los demás

Me han hablado muy bien de la mermelada de fresa con pilas saladas. De la de mandarina al tomillo. Tomate ligeramente picante y la de kiwi, limón y tequila. Si está usted ahora desayunando y está jartísimo de la misma de siempre, tome nota de estas. Las hace, entre otros, Paco.

Se llama Francisco Rincón, es monje cisterciense, pero le podemos llamar Francisco, Paco o como queramos, que nos ha dado permiso. Fray Paco lleva treinta y seis años viviendo en pobreza, entregado a la oración y al trabajo manual.

Cuando toca hacer mermeladas, él y sus hermanos no escatiman horas. Pueden dedicarle hasta cinco al día, otras tantas a la oración y a la lectura. Y de vez en cuando salen, siempre a trabajar por los demás. Pero en estas fechas hay que producir estas delicias.

Estas maravillas, junto a patés franceses, coronas de Adviento, cerveza trapense y un sinfín de productos integrales, están en las Ferias Monásticas de la Fundación Contemplare, que es el camino para que usted y yo conozcamos a las personas que se dedican a la contemplación (inmersos en el mundo a través de sus rezos), y a echarles un cable con nuestras compras para que puedan mantenerse en pie esos monasterios.

El de Fray Paco es el de Santa María de Huerta, en Soria. Pasó antes por otros seis, pero en este, aunque era el que menos ilusión le hacía, sintió que era el lugar de su vida.

Este mercado de la Fundación Contemplare empieza hoy en la Plaza Mayor de Madrid y estará hasta el domingo. En el ABC Serrano de Madrid hasta el día 20. Y en el centro de Oviedo hasta el 22 de diciembre.

Y, para envíos a casa, tomen nota: fundacioncontemplate.org.

Oigan, que son primicias del Cielo…