Un niño de Bilbao con TEA recibe una carta y esto es lo que vive días después en el estadio del Athletic

María José Navarro, en su 'Historia del Día', relata el momento que vivió Ekaitz y que jamás olvidará

Redacción Herrera en COPE

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A Ekaitz le llegó el domingo una carta. Estaba con su madre, en casa, en Bilbao. Su ama le hizo leerla despacio. Le invitaban a ver un partido de su equipo, el Athletic de Bilbao. Pero desde abajo, desde el campo. Iba a salir de la mano de un jugador al principio del encuentro.

Eran tantas las emociones que la madre de Ekaitz quiso asegurarse de que su hijo había entendido bien qué decía la carta. Y parece que él no tenía ninguna duda. Tan claro lo tenía que hasta había elegido jugador. “Espero que sea Iñaki”, decía Ekaitz. Iñaki Williams, claro.

Iñaki Williams

Así que llegó la tarde y la Catedral, San Mamés, se puso tan bonita como siempre para recibir al Sevilla. Ekaitz esperaba ansioso en el túnel que lleva al césped, con unos auriculares azules, a que llegara el momento. Un trabajador del Athletic se acercó a decirle que iban a intentar que fuera Iñaki quien le sacara de la mano.

"se paró junto a ekaitz"

Y fueron saliendo los jugadores y ese chicarrón nacido en Bilbao, pero con el color de piel que le apetece tener a un tío de Bilbao, el mayor de los Williams, negro como el pantalón y los detalles de la camiseta del equipo, se paró junto a Ekaitz. 

Iñaki Williams y niño con TEA

Iñaki también llevaba auriculares. Le cogió de la mano, le sacó al campo y con San Mamés a reventar, Iñaki le iba hablando a Ekaitz, que nunca perdió la sonrisa. Nunca perdió la calma y la emoción. 

Ekaitz es autista y los ruidos fuertes le afectan mucho más que al resto. Así que por eso llevaba cascos de insonorización y por eso los llevaba Iñaki. Y así estuvo el jugador, toda la previa, con el niño cerca.

      
             
      

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Pau Brunet, youtuber con TEA: "Ser autista es una condición de vida"

En el mundo, una de cada 100 personas es autista. Según su definición, el autismo es una condición que afecta a la comunicación y la interacción social. ¿Y esto qué significa? ¿Cómo es la vida a través de esos ojos? Pau Brunet tiene diez años y estudia en quinto de primaria. Tiene autismo. Y cuenta su historia de maravilla. 

Explicaba que "ser autista es una condición de vida. Solamente tendrás algunos problemillas o cosas buenas para seguir con tu vida. Por ejemplo, yo escucho cinco veces más fuerte. Puede ser agobiante".

      
             
      

Hay tres niveles de autismo. Pau tiene el más leve. A este chico le afecta de varias formas. "Yo no noto mi propio cuerpo, tengo que hacer movimientos para notarme. No noto que estoy lleno. Puedo comer y comer, y a veces vomito", indicaba.

¿Y cómo funciona la memoria de Pau? Pues tiene poca memoria de trabajo. Esto significa que "no me puedo acordar de hace de algo 10 segundos, pero sí de lo que viví hace 2 años".

Además, contaba lo que son las estereotipias. "Yo tengo uno que se llama aleteo. Es un poco sonoro y si lo hago frente al micrófono puede ser doloroso para algunas personas. Yo me choco las manos de alguna manera y al final me autorregulo. No cambian con el tiempo y cada autista tiene su propia estereotipia". Disfruta aquí de la entrevista íntegra.

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