Un voluntario va a una residencia en Reino Unido y alucina por lo que hace una anciana durante su visita

Dice el escritor Pedro Simón que no nos gusta la vejez porque es un spoiler de lo que van a ser nuestras vidas al final.

Todos los que tenemos a nuestros padres o madres en un centro de día o en una residencia, sabemos de la importancia del entretenimiento. A veces, esa tristeza que conlleva saberse mayor, haber perdido destrezas, memoria, lozanía, lleva a nuestros mayores a una melancolía que se hace fuerte y se abre paso cada día. 

Pero, en esos lugares, siempre hay gente dispuesta a mejorarles, a sacarles una sonrisa, a darles la razón aunque no la tengan. A jugar al bingo con ellos, cantar, moverles las piernas cuando retienen líquidos. A dibujar sin salirse de los bordes. A que la comida esté caliente pero poco.

George bien podría ser una de esas personas que se encargan del cuidado y el bienestar de todos los ancianos. Lo que pasa es que George no cobra por ello. Cuando su trabajo se lo permite, George se acerca al Temple Croft del Reino Unido para cantar y bailar con los residentes. Y consigue momentos maravillosos.

Armado con su guitarra, George logra que los residentes canten, tarareen, y los más animosos bailen. Y así pasa algunas tardes del mes, llevando un rato de alegría, de diversión y de juventud. Porque eso es lo que consigue George, que todos vuelvan a ser un poco más jóvenes.

Para todos los que cuidan de esa gente, de nuestra gente, gracias. Gracias por ese trabajo tan difícil, tan entregado, tan vocacional. Gracias por permitirnos estar tranquilos, por saberles acompañados, por todo ese cuidado que no se puede pagar jamás en lo que vale.

Gracias y a ver si hoy mi madre canta bingo, hombre.

Marian Rojas: la música mitiga el dolor, retrasa el envejecimiento del cerebro y nos libera del estrés

La música juega un papel fundamental en la 'Historia del Día' de este lunes. Y es que está demostrado que la música reconforta, acompaña y también mitiga el dolor. Así corroboraba esta premisa Marian Rojas en 'Fin de Semana'.

“Creo que muchos oyentes habrán visto el vídeo de la bailarina que tiene alzhéimer, pero que no ha olvidado cómo bailar” comentaba la psiquiatra. “Cuando empieza la música empieza a mover los brazos, a hacer el gesto de cantar... Y lo que dicen los estudios respecto al efecto de la música en nuestro cuerpo es que nuestras canciones favoritas es lo último que olvidamos”.

De hecho, hay casos de personas en coma que han despertado al oír su música favorita. “Hay casos en los que se ha comprobado que ciertas músicas nos ayudan a relajarnos, por cómo afectan a nuestro cerebro. La música tiene la capacidad de bajar el cortisol” ha dicho Marian.

“El cortisol es malo cuando vivimos en un tiempo de incertidumbre, cuando siempre lo hemos estado segregando por estrés o ansiedad. De hecho, la música incluso ayuda a mitigar el dolor, nos ayuda mucho. Fortalece también el sistema inmunológico” decía Marian Rojas.

“Todos tenemos esas canciones que nos generan relajación, otras que nos animan” y cada tipo de música tiene una función en nuestro cuerpo. “De hecho, llega incluso a ralentizar el envejecimiento cerebral. Incluso para las migrañas, la música puede ayudar a reducir el dolor” concluía la psiquiatra en su sección en 'Fin de Semana' que puedes volver a escuchar aquí.