Una empresa italiana trata de convencer de las bondades de viajar en avión casi de pie

Una empresa italiana trata de convencer a los grandes fabricantes de aviones de las bondades de viajar casi de pie en trayectos cortos.

El argumento de la compañía italiana Aviointeriors es que si no es cómodo desplazarse en bicicleta, por qué tiene que serlo hacerlo en avión.

El nuevo modelo no es más que un asiento de bici con respaldo que permitiría meter a mucha más gente dentro de un avión, casi un 20 por 100 más, y sería más rentable.

La propuesta, presentada en la feria de Hamburgo, ha sido recibida de forma tibia por el sector, porque la normativa vigente exige que haya 71 centímetros de distancia por cada fila de asientos para la clase turista.

Sin embargo, la empresa italiana tiene la solución para salvar la norma: crear una nueva clase.

Junto a la clase Business y Turista, se crearía otra llamada Básica, más accesible y no necesariamente sujeta a la misma normativa que la actual clase turista.

La obsesión por ahorrar costes, ha llevado a algunos directivos de compañías aéreas a plantear la posibilidad de vender billetes más baratos a quienes quisieran volar de pie. Es el caso del consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary.

Si se consigue llevar a cabo esta idea, sólo faltaría instalar una barrita de bar, para que el personal pueda, al menos, sujetarse.